Sólo deben consumirla menores de dos años: experto
Miércoles 19 de febrero de 2014, p. 44
El consumo de leche entera está recomendado sólo para niños menores de dos años, pero en México la mitad de las personas de todas las edades que ingieren lácteos se inclinan por ésta.
Esa leche representa un riesgo para la salud, porque está demostrado que aumenta el colesterol y la posibilidad de enfermedad cardiovascular –segunda causa de muerte en el país–, advirtió Juan Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Durante la presentación de los resultados del primer estudio sobre los patrones de consumo de lácteos en México, el investigador señaló que la campaña promovida hace cuatro años para disminuir el consumo de leche entera no tuvo el resultado esperado.
Recomendó aumentar la ingesta del producto semidescremado o descremado, que ahora representa apenas 6.6 por ciento del total en el país.
En conferencia de prensa, Rivera comentó que los lácteos aportan 15.4 por ciento de las grasas saturadas que a diario consumen los mexicanos y 28 por ciento de los azúcares.
Estos datos forman parte de toda la información aportada por la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, de la cual también se obtuvo que 77 por ciento de la dieta en el país está compuesta por alimentos básicos (cereales, oleaginosas, lácteos, carnes, frutas y verduras) y 23 por ciento por calorías discrecionales (botanas y refrescos).
Estas últimas son las que deben reducirse, para que representen sólo 10 por ciento del consumo, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló el investigador. De esa manera, dijo, disminuiría el problema de sobrepeso y obesidad, presente en 70 por ciento de los adultos y 35 por ciento de niños y adolescentes en el país.
Respecto a las grasas saturadas contenidas en la leche entera, comentó que lo preocupante es su contribución al desarrollo de afecciones cardiovasculares por la acumulación de placas de grasa en las arterias.
El estudio sobre el consumo de lácteos encontró, incluso, que estos productos aportan 36 por ciento de las grasas saturadas a quienes los consumen, contra 29 por ciento que obtienen las personas no consumidoras de lácteos.
Yogures, una alternativa
Sobre los productos con azúcares añadidos, donde entran los yogures, el especialista reconoció que no es fácil encontrar presentaciones sin este ingrediente, aunque tienen la ventaja de que la mayoría contiene leche semi o descremada.
Aunque una parte de la investigación resalta la importancia de aumentar la ingesta de este tipo de lácteos, los cuales son preferidos por entre 8 y 9 por ciento de la población, que obtiene mayor aporte de calcio y vitamina D, Rivera Dommarco reconoció la dificultad de lograr mayor acceso, dado el costo elevado que tienen los yogures.
Comentó que algunos programas sociales pueden cubrir a un sector de la población, pero aún queda una franja importante para la que es inaccesible la ingesta de yogur.
En la presentación de los datos de la encuesta, Nancy López Olmedo, investigadora del Departamento de Comunidades del INSP, comentó que los lácteos aportan a los consumidores 167.5 calorías al día, lo que entre la población menor de cinco años es mayor, y se sitúa en 205 en promedio.