Da un giro conservador al nombrar como sucesor a Antonio Caño
Miércoles 19 de febrero de 2014, p. 32
Madrid, 18 de febrero.
El presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, destituyó al director del diario El País, Javier Moreno, quien ocupaba el cargo desde 2006 y no pudo revertir la delicada situación financiera del periódico que lleva dos años acumulando pérdidas y ha visto disminuir de manera notable tanto lectores como ingresos por publicidad.
Más allá de las razones contables, la plantilla del principal rotativo español advierte un giro aún más conservador en su páginas con el nombramiento como director de Antonio Caño, ex corresponsal en Estados Unidos y en México, quien defendió en su día la política de guerras de ocupación impulsada por el ex presidente estadunidense George W. Bush.
El País está sumido en la peor crisis de sus casi 40 años de historia. Dos años después de que se dispusiera el despido masivo de trabajadores, que afectó a 129 redactores y a un tercio de la plantilla, ahora decidió dar un viraje en la dirección del diario. El relevo ocurre de forma atípica, y se precipitó cuando Caño envió por error desde la corresponsalía de Washington un informe detallado sobre su visión del periódico a unos 50 trabajadores del diario. El único que debía leer el mensaje era Cebrián, pero al parecer un error informático
envió el mensaje de forma masiva y se entendió que ese reporte se debía a que era inminente el cese de Moreno.
Ante el revuelo causado en la redacción, en el equipo directivo –el cual Caño pedía en el citado informe que fuera destituido de forma fulminante por despilfarradores
y por estar alejados de la sociedad y de la redacción–, el presidente del Grupo Prisa convocó a una reunión urgente y Caño viajó de Washington a Madrid.
En la reunión, presidida por Cebrián, Moreno y Caño, se explicó a los subdirectores y a los jefes de sección la decisión de cambiar al director y emprender reformas en la estructura del diario, entre las que se prevé construir una dirección de tres cabezas: el de la edición impresa, que será Caño a partir del próximo 4 de mayo; el de la edición digital y otro para la edición de América, tanto digital como impresa.
Cebrián, durante la tensa reunión con los todavía jefes y subdirectores del diario, aseguró que el cambio en el timón no tenía nada que ver ni con cuestiones ideológicas ni con presiones del gobierno de Mariano Rajoy, sino con un relevo natural
después de casi ocho años en el cargo del director cesado.
Cebrián también advirtió que la decisión no tiene que ver con la situación financiera del Grupo Prisa, que tiene una deuda de más de cuatro mil millones de euros.