Sochi, 18 de febrero.

Esta vez Tina Maze no tuvo que compartir la medalla de oro con nadie. La esquiadora de Eslovenia conquistó su segundo título del esquí alpino de los Juegos de Sochi, tras imponerse de principio a fin en el slalom gigante.

Fue una jornada complicada por las condiciones de la pista, en la que la violinista Vanessa Mae cumplió su sueño de competir por Tailandia, aunque llegó en último lugar, mientras en el óvalo de velocidad, Holanda es insuperable y ayer hizo el 1-2-3 en 10 mil metros y con récord

Bajo una ráfaga de lluvia, nieve y neblina, las condiciones climatológicas para descender las montañas de Krasnaya Polyana fueron intrincadas.

Con el número uno en el pecho, Maze cumplió dos cautelosas bajadas para superar por siete centésimas a la austriaca Anna Fenninger. A diferencia de la semana pasada, cuando empató por el oro con la suiza Dominique Gisin en el descenso, la eslovena se encaramó en lo más alto del podio sin compañía.

Maze dio rienda suelta a su festejo zambulléndose en la nieve, fingiendo que estaba nadando.

“¿No se sentía como una piscina? Estábamos todos empapados, así que me dije ‘por qué no?’”, dijo la ganadora del oro sobre el trazado demasiado húmedo y con la primera nevada cayendo. Ha sido un día espectacular, agregó.

Con su segunda victoria, Maze se ha convertido en la reina del esquí alpino en Sochi. También quedó cuarta en la supercombinada –marginada del podio por 10 centésimas– y fue quinta en el súper gigante.

Famosa además por un video musical en el que simula movimientos de esquí mientras baila, la eslovena había tenido una frustrante temporada, con tan solo una victoria en el circuito de la Copa del Mundo, tras un brillante 2013.

La alemana y campeona actual Viktoria Rebensburg fue tercera, a 27 centésimas del tiempo de 2.36.87 minutos que Maze acumuló en las dos mangas.

Holanda, imbatible

Jorrit Bergsma fijó un récord olímpico y encabezó la cuarta barrida de Holanda en el patinaje de velocidad en Sochi, al sorprender en los 10 mil metros a su compatriota Sven Kramer.

Kramer buscaba este oro, luego de dejarlo escapar en la carrera de máximo aliento en el óvalo con un inexplicable error en los Juegos de Vancouver 2010, pero el remate de Bergsma fue extraordinario, imponiéndose con un tiempo de 12.44.45 minutos.

Fue el tiempo más rápido al nivel del mar y batió el récord olímpico de 12.58.55 fijado por el sudcoreano Lee Seung-hoon hace cuatro años. Kramer logró la plata (12:49.02) y el bronce se lo llevó Bob de Jong, de 37 años.

Con su nueva barrida del podio, los holandeses acumulan 19 medallas en la Adler Arena.

La delegación noruega sumó dos doradas por conducto de Emil Hegle Svendsen, en el biatlón de 15 kilómetros, con salida en grupo, y Joergen Graabak en la combinada nórdica (esquí de fondo y saltos con esquíes en distancia larga).

El biatleta noruego Emil Hegle Svendsen frustró el tercer oro del francés Martin Fourcade –plata–, al imponerse en una ajustada definición que requirió de foto finish. Ganador de dos doradas y una plata en Vancouver 2010, Svendsen concluyó la prueba de 15 kilómetros con salida en masa en 42.29.1 minutos. El checo Ondrej Moravec se quedó con el bronce.

La prueba, disputada hoy bajo una intensa nevada, estaba prevista para el domingo, pero debió posponerse dos días consecutivos debido a la niebla que invadió las montañas de Krasnaya Polyana.

En la combinada nórdica de gran trampolín, Graabak y su compatriota Magnus Hovdal Moan consiguieron oro y plata para que Noruega subiera al segundo puesto del medallero. Mientras el alemán Fabian Riessle logró el bronce.

Debut del esquí artístico

En el debut del esquí artístico (freestyle) en Juegos Olímpicos, el estadunidense David Wise se convirtió en el primer campeón olímpico de halfpipe. El canadiense Mike Riddle logró la plata y el bronce fue para el francés Kevin Rolland, en un podio que reunió a los tres recientes campeones del mundo (Wise en 2013, Riddle en 2011 y Rolland en 2009).

En otros resultados, el francés Pierre Vaultier se consagró campeón del snowboard cross masculino, en un emocionante duelo final con el ruso Nikolay Olyunin, quien se quedó con la plata, pero la exhibió con orgullo ante la ovación de sus compatriotas.

La competencia ocurrió en medio de una fuerte lluvia, un día después de que la niebla obligara a aplazar la prueba. El francés de 26 años superó a su rival ruso en los últimos dos saltos para llevarse el título y el bronce fue para el estadunidense Alex Deibold.

Finalmente, Corea del Sur rebasó a China en la última vuelta y se alzó con el título del relevo femenino de 3 mil metros en el patinaje de pista corta. Canadá se adjudicó la medalla de plata y el bronce correspondió a Italia.