De aprobarse, crecería el uso: Centros de Integración Juvenil
Domingo 16 de febrero de 2014, p. 5
En México, 70 por ciento de las personas se opone al acceso libre a la mariguana e investigaciones científicas manifiestan que a mayor disponibilidad se incrementa el consumo. En el país, aunque es una droga ilegal, la utilizan 1.2 por ciento de personas de entre 15 y 64 años de edad, y más de la mitad (57 por ciento) iniciaron el consumo antes de los 18 años, señala información de los Centros de Integración Juvenil (CIJ).
Advierte que el nivel de uso de la cannabis en el país es similar al de Suecia, que tiene una política de cero tolerancia hacia la mariguana. En cambio, donde está despenalizada la posesión y comercio para uso personal, como España y la República Checa, tienen a 10.6 y 15.2 por ciento de su población, respectivamente, como usuarios de la droga.
Carmen Fernández Cáceres, directora de los CIJ, comentó respecto de la posibilidad de establecer dispensarios de mariguana en la ciudad de México y modificar la Ley General de Salud para incluir a la sustancia entre las que tienen efecto terapéutico, que tampoco existe evidencia científica que medidas de este tipo reduzcan los riesgos para las personas ni que sean adecuadas como políticas de salud pública.
Si estrategias de este tipo funcionaran para la reducción de riesgos, también debería proponerse la creación de dispensarios para cocaína e inhalables, que de igual forma son un grave problema de salud.
En cambio, una acción que sí ha demostrado su efectividad como reductora de riesgos, es mejorar el acceso de jeringas a los usuarios de drogas intravenosas. De acuerdo con información de organizaciones civiles que trabajan en esta área, no se promueve el consumo, sino la certeza de que al proporcionarles estos insumos se evita que, debido al intercambio de jeringas entre los adictos, se propaguen enfermedades como VIH/sida y hepatitis C.
En el caso de las propuestas de los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), presentadas esta semana, lo que hay es un gran negocio
, advirtió Fernández Cáceres.
La especialista cuestionó el argumento de los legisladores de que los dispensarios garantizarían la calidad de la yerba. En México eso no es posible porque se tendrían que vigilar desde los cultivos y su producción, el uso de plaguicidas y que el contenido de la sustancia sicoactiva tetrahidrocarbocannabinol (THC) sea menor a 11 por ciento.
Tampoco es cierto que algunos aparatos puedan detectar el contenido de la mariguana antes de su distribución. Si en México no se ha logrado erradicar el tabaco ilegal o el alcohol adulterado, tampoco se podrá hacer con la mariguana, sentenció la directora de los CIJ.
Subrayó que hacen falta al país políticas que promuevan el bienestar de los niños y jóvenes, y les den oportunidades recreativas, educativas y laborales para su sano desarrollo.