Sigue baja la asistencia; voluntarios ocupan los lugares
Martes 11 de febrero de 2014, p. a13
Sochi, 10 de febrero.
En las montañas que dominan Sochi, las fuerzas especiales y los misiles de defensa antiaérea que vigilan los Juegos Olímpicos de Invierno se confunden con un paisaje de pinos, pistas nevadas y anillos olímpicos.
Hombres con trajes de camuflaje que se ocultan en la nieve surgen a poca distancia de pequeñas carpas blancas, entre los árboles, cerca de las pistas de esquí.
El visitante que baja de una telecabina en la estación de Laura, propiedad del grupo público ruso Gazprom, donde se disputan las pruebas de esquí de fondo y de biatlón, puede ver una batería de misiles y un radar junto a las tiendas militares.
El viceprimer ministro ruso Dimitri Rogozin había anunciado a finales de 2013 que para la seguridad se desplegarían nuevos sistemas de misiles tierra-aire Pantsir-S.
Se tomaron medidas sin precedente, ante las amenazas de atentados lanzadas por los islamistas del Cáucaso del Norte.
La ex secretaria de seguridad nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, al frente de la delegación de su país en los Juegos, dijo que estaba satisfecha con las medidas de vigilancia.
El nivel de seguridad es bastante apropiado y muy bueno, espero que los medios y el mundo en general se concentren ahora en lo que van a hacer los atletas en lugar de las amenazas
, afirmó.
Los numerosos policías, militares y agentes especiales diseminados en la montaña vigilan discretamente las instalaciones.
Para llegar, todos los visitantes deben pasar bajo detectores de metales y someterse a controles que en algunos casos son más estrictos que en los aeropuertos, de ahí que se vean largas filas.
La portavoz de la organización instó a los espectadores a llegar con suficiente antelación para pasar los controles de seguridad.
La de este lunes fue otra jornada más con butacas vacías en todas las instalaciones, un tema que está preocupando al Comité Olímpico Internacional (COI).
Muchos voluntarios ocupan las sillas vacías en los estadios e intentan animar a un público que rara vez alienta cuando no compiten los rusos.