Ninguna crema o pastilla evita el envejecimiento. A lo máximo que se puede aspirar es a retrasar la aparición de los signos de la edad, si se lleva una vida saludable, con una alimentación nutritiva, ejercicio físico y el apoyo de terapias complementarias que en los pasados 60 años se han desarrollado, afirmó Jorge González García, organizador del quinto Congreso mundial de medicina antienvejecimiento y regenerativa.

El congreso se realizará en la ciudad de México del 14 al 16 de febrero; tiene la finalidad de difundir los avances más recientes en las técnicas y equipos que ayudan a los profesionales de la salud a identificar riesgos para la salud, como la inflamación de arterias, que eventualmente puede derivar en afecciones como infartos al corazón.

También el descenso en la producción de hormonas puede indicar a los médicos si hay alguna alteración en la producción de insulina, asociada con la diabetes, o de melatonina, cuya deficiencia ocasiona problemas para dormir, entre otros. El experto dijo que dormir bien favorece una vida sana y contribuye a retrasar el envejecimiento.

En conferencia de prensa, el pediatra, que posee entrenamiento en gerontología, explicó la importancia de que se comprenda que para verse bien por fuera también deben estar bien por dentro. Así, aunque el congreso aborda la medicina estética y las variadas opciones disponibles para disminuir los signos de la edad, también se deben evaluar las condiciones físicas de salud, a fin de prevenir enfermedades.

Quienes ya padecen algún problema como el desgaste de articulaciones a causa de la edad, dijo, también pueden encontrar alternativas en la medicina antienvejecimiento y regenerativa.

La terapia láser es una de ellas. González García explicó que es útil para el alivio del dolor y para la regeneración de piel y articulaciones, en particular en personas con artrosis (inflamación y desgaste de articulaciones por edad avanzada). Subrayó que mantener una buena calidad de vida sin dolor también funciona para hacer más lento el proceso de envejecimiento.

Agregó que en México el uso profesional de las diversas técnicas y alternativas terapéuticas todavía está en pañales, mientras en países desarrollados acumula años de experiencia.

Advirtió sobre el riesgo que representan establecimientos o clínicas atendidas por personas sin la formación académica ni el entrenamiento necesarios para realizar los procedimientos de la medicina antienvejecimiento y regenerativa, así como por el uso de productos de dudosa calidad.

En cualquier servicio de ese tipo, subrayó, debe haber siempre, un médico. De no ser así, los usuarios no deben permitir que los traten.

La Academia Americana de Medicina de Antienvejecimiento y el Instituto Politécnico Nacional respaldan el programa académico del congreso, que a partir del 14 de febrero, se realizará en el hotel Fiesta Americana, en la ciudad de México, indicó.