Aniversario 150 del natalicio del compositor
Es buena ocasión para difundir obras mexicanas del género, celebra la soprano Olivia Gorra
Miércoles 5 de febrero de 2014, p. 7
La celebración este año del 150 aniversario del natalicio de Ricardo Castro permitirá, entre otros aspectos, volver a apreciar en escena su ópera Atzimba, en una coproducción de la Ópera de Bellas Artes y el gobierno de Durango, estado del que fue oriundo el compositor.
El más reciente montaje de este título se remonta a 1952 y la producción que ahora se prepara requirió de un trabajo de reconstrucción de las partituras, debido a que éstas se hallan extraviadas. Para esa labor, el equipo de compositores encabezado por Arturo Márquez se basó en una grabación histórica de aquella puesta.
La dirección escénica de la obra, que será restrenada el 7 de febrero en el Teatro Ricardo Castro, de la capital duranguense, está a cargo de Antonio Salinas, con la asesoría de Luis de Tavira. De la parte orquestal será responsable el director Enrique Patrón de Rueda, quien estará al frente de la Orquesta Filarmónica de Sonora.
Dos funciones en Bellas Artes
La soprano Olivia Gorra y el tenor José Luis Duval encabezan el elenco de esta puesta, que será presentada en aquel mismo escenario el 9 de febrero y luego en otras ciudades del país, entre ellas Cuernavaca, Morelos, en marzo, y posteriormente en la capital de la República, con un par de funciones en el Palacio de Bellas Artes.
Creada originalmente como zarzuela, Atzimba fue estrenada en 1900. El libreto es de Alberto Michel y en él se cuenta la historia de un amor prohibido, a la manera de Romeo y Julieta. En este caso, las acciones están ambientadas en la época de la conquista y la relación imposible ocurre entre una princesa indígena y un soldado español.
Es una historia muy parecida a la de Shakespeare, porque Atzimba se enamora del enemigo y da su vida por él. Engaña a su pueblo tomándose una pócima para parecer muerta, aunque al final los descubren y no pueden huir
, refiere en entrevista Olivia Gorra, quien interpreta a la princesa.
De acuerdo con la soprano veracruzana –quien acaba de lanzar su disco compacto Bésame mucho España, con temas rancheros y tradicionales de ese país–, este homenaje a Ricardo Castro resulta buena oportunidad para dar a conocer y promover la ópera escrita por mexicanos y que el público aprecie la gran calidad de los compositores nacionales.
No sé si sea por miedo o por qué razón; quizá es por desconocimiento, ignorancia, malinchismo o un poco de todo eso, pero en el país se programa casi nada de ópera de autores locales y muchos son excelentes y tienen trabajos maravillosos
, señala.
Por eso para mí es motivo de gran alegría participar en esta propuesta. Lo hago con mucho amor, con todo mi corazón y me entregaré en el escenario. Debemos defender y dar más oportunidades a las óperas mexicanas: sacarlas del olvido o la indiferencia y darlas a conocer y dejar que el público las juzgue y disfrute
.
Otro factor destacado por la cantante es la nueva dinámica de la Ópera de Bellas Artes de desconcentrar la actividad de las principales ciudades del país y extenderlas hacia otros puntos del territorio nacional en los que ese género no es tan habitual, como ocurre ahora con Durango.
Olivia Gorra, quien el año pasado celebró 25 años de trayectoria profesional, pone de relieve la elegancia y belleza de la música escrita por Ricardo Castro para Atzimba. Precisa que nada tiene que ver con sonoridades mexicanas, sino que es más bien de estilo europeo.
De su papel, puntualiza que pareciera escrito ex profeso para ella, para su tesitura, color, tinte dramático y temperamento. Señala que son muy altas las exigencias vocales y el virtuosismo impuestos por el autor y que lo que puede escucharse es un canto límpido y por momentos provisto de gran dulzura.