Cochoapa El Grande, Gro., 2 de febrero.

“Ya vinieron diputados, el alcalde y el síndico. Ya platicamos hasta con el presidente Enrique Peña Nieto, cuando vino a Cochoapa El Grande –el pasado 8 de enero– y nos dijo que nos iba a ayudar, pero es la fecha en que no llega nada. Mire usted, seguimos abandonados”, afirmó el comisario municipal de San Miguel Amoltepec Viejo, Pedro García Santiago.

El viernes pasado, trabajadores de protección civil estatal acusaron al subsecretario de esa instancia, Constantino González Vargas, de tener embodegadas cientos de toneladas de ayuda para los damnificados en la entidad por la tormenta tropical Manuel, por lo que fue destituido. En un comunicado, el gobierno estatal aseguró que investigará las irregularidades en que incurrió para deslindar responsabilidades.

En este pueblo mixteco (na savi), con más de 600 años de antigüedad, ubicado a más de 80 kilómetros del municipio de Tlapa y colindante con el estado de Oaxaca, los indígenas se quejaron de que el presidente Peña Nieto no cumplió lo que les prometió cuando vino a Cochoapa El Grande.

En el pueblo no se puede vivir

El comisario Pedro García, que no habla español, dijo mediante un traductor: “A Peña Nieto le entregamos una petición. Le dijimos que atendiera lo más pronto posible, que estábamos preocupados, y que era insoportable vivir aquí. Le pedimos la reubicación de 150 casas dañadas. Nos dijo que sí, que iba a ver la manera (de ayudarlos); nos pasó a saludar, y ahí le entregamos la petición.

No sabemos por qué nos hacen esto. Ya se emitió el dictamen (de protección civil), diciendo que no se puede vivir en el pueblo. No tenemos adónde irnos. Hay un terreno, pero no lo quieren pagar porque son bienes comunales (...) mide tres cuartos de hectárea, pero nos piden 600 mil pesos y no tenemos dinero para comprarlo, recalcó.

Las lluvias de la tormenta Manuel, en septiembre pasado, dejaron unas 155 casas dañadas, de las cuales 75 quedaron sepultadas y las otras 84 están inhabitables. Al menos 336 personas se trasladaron a dos albergues improvisados, hechos de madera y láminas galvanizadas, uno en el barrio de San Martín y otro en Ita Rosa (flor rosa), a unos metros de las casas sepultadas. Los 996 ciudadanos están sin luz.

Envíen alimentos

El comisario dijo que han recibido ayuda de la organización Enlace Comunicación y Capacitación. El gobierno sólo entregó 70 costales de maíz, pero ya no volvieron a dar nada. Carecemos de todo, no hay alimentos.

Celso Santiago, también secretario de la comisaría, sostuvo: El alcalde priísta, Luciano Moreno, no manda ayuda. A las demandas responde que volvamos en una semana, o en 15 días. Terminó enero, estamos en febrero, ya vienen las lluvias, pero el gobierno no ha encontrado un lugar para reubicarnos.

Lo más preocupante es que los alimentos se acaben. Tenemos para una semana. El gobierno sólo trajo tres kilos de maíz. La gente se fue a trabajar al norte del país, porque aquí no hay nada. Los de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas trajeron tres kilos de maíz, que alcanzó para pocos. Aquí somos de familia numerosa, de ocho a 12 hijos; unos tienen más.

El gobierno dice que sólo construirá casas a quienes actualmente habitan el pueblo, pero no a los que se fueron a trabajar fuera. Muchos ya no quieren regresar, no tienen donde vivir. No se vale; San Miguel Amoltepec Viejo fue fundado hace más de 600 años, es el pueblo más viejo de la Montaña, dijo.

Aquí no llegó la ayuda. Se giró un oficio al gobernador Ángel Aguirre el 20 de noviembre pasado; dijeron que lo turnaron al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Guerrero. Solicitábamos víveres, pero hasta la fecha no han llegado, no hubo respuesta, aseguró Celso Santiago.

Muchos niños se enfermaron de gripa, padecen infecciones de la piel, a unos les salen ronchitas blancas en la cara; no hay médicos, no hay escuela. Los niños reciben clases debajo de una lona, porque la escuela la tapó el lodo allá abajo, al igual que la dirección, la casa de salud, y la iglesia. Quedó inservible la comunidad, lamentó.

Jorge Flores indicó que en el otro lado del poblado viven 32 familias. El gobierno no ha venido a vernos. Un ingeniero de Cochoapa trajo 10 bultos de maíz y se repartieron en jícaras, pero no alcanzó, se acabó en tres días. Vino Peña Nieto, pero no han traído nada acá, no quieren ayudar. Pedimos alimentos, láminas; que nos manden maíz, y chile, porque si no, no van a comer los niños, y se pueden morir.