La deuda del sector público mexicano alcanzó un monto histórico de casi 6.5 billones de pesos al término de 2013, cantidad que representó 38.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese año, revela el informe de las finanzas públicas enviado por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados.

Ese nivel de débito fue alcanzado tras una elevación de 606 mil 174.6 millones de pesos de nuevo endeudamiento contratado en el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, lo que significó una elevación nominal de 10.2 por ciento sobre el monto en el que dejó la deuda gubernamental la última administración dirigida por integrantes del Partido Acción Nacional (PAN).

Poco más de una tercera parte del incremento de la deuda pública fue propulsado por la inversión de extranjeros en bonos emitidos por el gobierno federal, la cual aumentó en 204 mil 200 millones de pesos durante 2013.

Con esto, el monto de los bonos gubernamentales en poder de inversionistas del exterior ascendió a más de un billón 917 mil 800 millones de pesos al término del año pasado, equivalentes a 149 mil millones de dólares colocados, momentáneamente, en la reserva de divisas del país, según el Banco de México.

El saldo de esos capitales, conocidos como golondrinos debido a la rápida movilidad que los caracteriza, es incluso superior en más de 20 mil 800 millones de dólares al monto de la deuda del sector público contratada en el exterior, el cual ascendió a 128 mil 165 millones de dólares al término de 2013, con una equivalencia en moneda nacional de un billón 649 mil 378.4 millones de pesos.

Sobre la presencia de esos capitales, el Banco de México alertó que existe la posibilidad de que, ante un nuevo episodio de elevada volatilidad en los mercados internacionales, tenga lugar un ajuste cambiario que potencialmente afecte a la inflación, en referencia a una probable salida de capitales de economías emergentes propiciada por el proceso de normalización de la política monetaria de Estados Unidos.

El reporte de la Secretaría de Hacienda al Congreso indica que el saldo de la deuda neta total del sector público terminó el año pasado en 6 billones 497 mil 20.7 millones de pesos, de la cual tres cuartas partes correspondió a un endeudamiento interno global por 4 billones 847 mil 642.3 millones de pesos, que representaron 28.6 por ciento del PIB de 2013.

En tanto, el saldo de la deuda externa valuada en moneda nacional cerró el año pasado en un billón 649 mil 378.4 millones de pesos, que significaron 25 por ciento del débito total del sector público y 9.7 por ciento de la dimensión económica del país.

De acuerdo con las cifras de la dependencia, el incremento de los requerimientos financieros del sector público mexicano se produjo en 2008, durante el segundo año de la administración gubernamental de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, cuando el endeudamiento tuvo un crecimiento anual de 22.6 por ciento.

Ese año la deuda neta total del sector público creció en 748 mil 901.6 millones de pesos, al pasar de 3.3 billones en 2007 a casi 4.1 billones de pesos en 2008, con lo cual su saldo ascendió de 27.55 a 32.95 por ciento del producto interno bruto, respectivamente. De allí en adelante todo ha sido aumentar y aumentar, año con año.

Según la Secretaría de Hacienda, aun en 2009, año de la gran recesión, la deuda creció a 34.31 por ciento como proporción del PIB; en 2010 ascendió a 34.39; en 2011 llegó 34.98 por ciento; en 2012, último año de gobierno del segundo sexenio panista, se elevó a 36.44 por ciento. Mientras en 2013, el primero del retorno del PRI a la Presidencia de la República, el endeudamiento público alcanzó una magnitud equivalente a 38.26 por ciento de la dimensión alcanzada por la economía mexicana.