El presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), Gerardo Laveaga, admitió que 2013 sin duda alguna fue difícil para el órgano colegiado por la crisis institucional que atravesó. Pese a ello, consideró que las diferencias entre los comisionados beneficiaron enormemente a esa institución porque los obligó a ser más cuidadosos, estrictos y prudentes a la hora de emitir su voto.

A inicios de este año, el comisionado Ángel Trinidad Zaldívar evidenció que su compañera Sigrid Arzt habría incurrido en un posible conflicto de intereses al realizar solicitudes de información y no excusarse en el análisis y la votación de los recursos de revisión. Y, además, acusó a Laveaga de indolente y perezoso.

Hoy, a la distancia de esos hechos, el presidente del instituto expresó que afortunadamente los cinco comisionados tuvieron la madurez para salir de esta dificultad institucional, y que los resultados del Ifai no decayeran ni un minuto; nuestras diferencias personales nunca permitieron que la fuerza, el dinamismo y la eficacia del órgano colegiado se haya deteriorado, según dijo.

Al hacer un balance de este 2013, en el que también fue aprobada la reforma constitucional del instituto, Laveaga manifestó que, ahora, uno de los desafíos será la carga de trabajo gigante que está por venir porque a partir de las modificaciones a la Carta Magna se incorporarán decenas de nuevas entidades que estarán obligadas a entregar información, entre ellas, los sindicatos, los partidos políticos, los diputados, los senadores, el Banco de México y el Consejo de la Judicatura federal.

Indicó que en los próximos días habrá cuatro comisionados –debido a que Jacqueline Peschard termina su encargo al inicio del próximo enero– y después serán siete, de acuerdo con los nuevos lineamientos de la reforma.

Por ello, dijo, otro reto de 2014 será la ley general de acceso a la información porque en ella se precisará hasta dónde el Ifai entrará a revisar los casos de los municipios y de los estados, pues aclaró que el hecho de que estos últimos también sean sujetos obligados no significará que todos los expedientes los deba resolver el Ifai.

Uno más de los desafíos será tener mucho más rigor en la protección de datos personales, apuntó. El concepto de este derecho es muy nuevo, porque tiene 30 años en todo el mundo.

Sin embargo, apenas ahora la ciudadanía comienza a tener conciencia de a quién le pertenecen esos datos. Si una persona entrega su información personal a una empresa privada o pública deben usarse para el fin que se les confió y no para otros, finalizó.