Roma, 27 de abril.

Después de dos meses de incertidumbre política en Italia, el centroizquierdista Partido Democrático (PD) y el derechista Partido de la Libertad (PDL) lograron un acuerdo para formar un gobierno de coalición encabezado por Enrico Letta, ex demócrata cristiano de 46 años, quien a pesar de su bajo perfil público ha sido un activo miembro de la élite política italiana y europea.

El acuerdo entre los principales dos partidos se concretó después de dos meses de las elecciones parlamentarias, en las que el PD resultó vencedor, pero sin una mayoría suficiente que le permitiera formar un gobierno en solitario y que lo obligó finalmente a construir un gabinete con políticos de derecha y del nuevo centrista Partido Oferta Cívica, que lidera el saliente jefe de gobierno, el tecnócrata Mario Monti.

La fórmula para destrabar el estancamiento en la negociación política se basó en la designación como viceprimer ministro y ministro del Interior a Angelino Alfano, dirigente del PDL, grupo fundado por el tres veces primer ministro Silvio Berlusconi, quien hasta hoy había sido el enemigo jurado del PD, heredero de los tres principales partidos de este país después de la Segunda Guerra Mundial, el Demócrata Cristiano, el Socialista y el Comunista de Italia.

El nuevo presidente del Consejo de Ministros es conocido por sus relaciones con diputados y senadores, además de que es sobrino de Gianni Letta, el más cercano asesor político de Berlusconi, quien conserva su influencia política a pesar de los cuatro juicios legales a los que ha sido llevado en los últimos años por diversas causas, incluida la de tener relaciones sexuales con una bailarina exótica, migrante menor de edad.

Según círculos políticos, Berlusconi respaldó la alianza con el PD y Oferta Cívica con la condición de que el gabinete no incorporara tecnócratas, lo que se cumplió en lo general, pero no en el caso del Ministerio de Economía, cuyo nuevo titular es Fabrizio Saccomanni, quien fue hasta hoy el segundo en jerarquía del banco central y sin filiación partidista.

Al aceptar el cargo, Letta reconoció que los políticos italianos han perdido toda la credibilidad, pero instó al Parlamento a respaldar las reformas económicas que permitirán resolver la crisis económica italiana, caracterizada por su alta deuda pública y el elevado sobregiro en el gasto público. El flamante primer ministro se pronunció en contra de los excesivos planes de austeridad propuestos por la Unión Europea.

La formación del nuevo gabinete de 21 ministros –entre ellos siete mujeres– dejó fuera a un aliado tradicional del PDL, la derechista Liga Norte, que junto con el partido Cinco Estrellas, del cómico Beppe Grillo, quedó en la oposición.

Una de las novedades en el gobierno fue la designación de Cecile Kyenge, originaria de la República Democrática del Congo, quien es ministra para la Igualdad de Oportunidades y pasará a la historia política de Italia como la primera mujer negra que forma parte de un gabinete.