El historiador inauguró el octavo diplomado Historia del siglo XX mexicano
La violencia que vivimos no tiene raíces históricas, dice
Muchos jóvenes carecen de futuro
Viernes 8 de marzo de 2013, p. 4
La violencia que vive México no tiene raíces históricas, como sí la tienen la desigualdad o la corrupción; hay una pérdida de control de la clase en el poder y ese control no se va a recuperar aún con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder, señaló el historiador Lorenzo Meyer durante la conferencia de apertura del octavo diplomado Historia del siglo XX mexicano: resistencia y memoria.
Este encuentro se realizará todos los miércoles hasta el 20 de noviembre en la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología, con un total de 33 sesiones, con la participación de investigadores independientes, de El Colegio de México (Colmex), el Instituto Tecnológico Autónomo de México, de la DEH, las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, así como El Colegio de Michoacán, entre otros.
Desigualdad y corrupción
Algunos de los temas iniciales son Del siglo XIX al XX: una mirada introductoria; Del porfiriato al maximato: el entorno mundial y el crecimiento económico; Resistencias populares; La cultura en el porfiriato; La revolución: etapa armada; Los dos proyectos; Las oposiciones; De Obregón al maximato; El cardenismo; Las reformas cardenistas; Desarrollo con estabilidad: 1940-1982; El desarrollo estabilizador en el contexto internacional; El cambio de rumbo: el periodo neoliberal; Oposición política: el movimiento campesino, dividido en dos sesiones, lo mismo que El movimiento estudiantil.
Lorenzo Meyer, del Colmex, tituló su conferencia El siglo XX: una visión de conjunto, en la que durante tres horas hizo un recorrido histórico para hablar de esos problemas que nacieron, algunos, desde la Colonia y permanecen hasta nuestros días: la desigualdad, la corrupción, la debilidad del sistema fiscal o la desconfianza en las instituciones hasta llegar a la violencia que nunca se había dado en la magnitud y brutalidad como la que se vive en el país.
Había, sí, bandidos durante el porfiriato, pero fueron controlados. No así ahora con el narcotráfico.
“Hay una pérdida de control de la clase en el poder y no lo va a recuperar aún con el PRI en el poder; ahora va a tener el problema que aumenta. Lo que serviría es mostrar ‘llegamos nosotros después de que golpearon el avispero, y ahora sí en orden’. Pues no, no está en orden. ‘Llegamos nosotros’. ¿Y? La capacidad de fuego, de producción y el ejército de reserva que tienen los narcos de sicarios es esa enorme cantidad de jóvenes sin futuro, que ya están aquí y no hay movilidad social para dar una alternativa. Entonces ven que alguien de 18 años probó que siendo pobre, como El Chapo, llega a Forbes y no pasó por la secundaria.”
El precio para estos jóvenes es alto, añadió el investigador. “El precio es tu vida, es que estés dispuesto a morir y a ser torturado hasta que te saquen la información y luego te decapiten, te degüellen, te desollen; es una cultura de brutalidad y barbarie la que se está creando.
El precio para los nazis fue perder la Segunda Guerra Mundial y el fregadazo hizo a los alemanes volver a estar más o menos derechitos, pero el costo fue impresionante. ¿Cuál va a ser el costo que va a tener que pagar la sociedad mexicana? A lo mejor tiene que pagar porque no hay solución. O a lo mejor nos va a tocar convivir.
Informes acerca del diplomado, costos y sesiones, en la página electrónica estudioshistoricos.inah. gob.mx o bien en el teléfono del área de difusión 40405100, extensiones 126 y 149. Cupo limitado. Las conferencias se realizan en Allende 172, centro de Tlalpan.