Beirut, 27 de junio. Un atentado contra la sede de la cadena Al Ijbariya en la región de Jan al Chih dejó siete muertos este miércoles en Siria, país que vive una dramática escalada de los enfrentamientos que se parece cada vez más a una guerra civil, aseguró en Ginebra una comisión de investigación internacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En un ataque inédito contra una televisora pro gubernamental desde el comienzo de la revuelta, el 15 de marzo de 2011, tres periodistas y cuatro guardias murieron, cerca de Damasco, informó el Ministerio de Información, que denunció una agresión odiosa contra la libertad de prensa.

El ministro de Información, Omra Akl-Zoubi, afirmó que un grupo armado destruyó las instalaciones del canal con la detonación de artefactos explosivos improvisados, después de saquear y robar equipo técnico.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que reportó 61 muertos en la jornada en todo el país, dio cuenta de un ataque con obús contra el canal, que continuó transmitiendo sus programas poco tiempo después.

Estados Unidos censuró el ataque y todos los actos de violencia, incluidos los realizados contra elementos del régimen, mientras Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional destacaron que la prensa no debe ser blanco de ataques, incluso tratándose de órganos de propaganda.

El presidente de la comisión de investigación de la ONU para Siria, Paulo Pinheiro, aseguró que los combates entre el ejército y la oposición armada tienen cada vez más el carácter de un conflicto armado no internacional.

En un informe sobre la situación entre febrero y junio que presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Pinheiro indicó que los combates se extienden a más sitios y cada vez hay más signos de que las víctimas son atacadas por su pertenencia a un credo religioso.

La comisión no pudo señalar quiénes perpetraron la masacre de Hula, en la cual murieron más de 100 personas, el 25 de mayo.

En ese contexto, el grupo de acción para Siria se reunirá el sábado en Ginebra, donde el mediador internacional Kofi Annan presentará un nuevo plan de paz para el conflicto, de acuerdo con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.