Demonios sueltos (y alebrestados)
Provocación en el Azteca
Señuelos e infiltración
Actas de las boletas sobrantes
Compromiso del TEPJF
Calderón, como Fox, hace campaña por el PRI
Walmartgate
Doña Yolanda Robles Garnica
Engaños de las encuestas o cómo robar una elección, según David Moore
El coro calderonista
El ahorro de AMLO
¿Impuestos a quién?
n días recientes han tenido lugar diversas agresiones y hostigamientos con el telón de fondo de la contienda electoral en curso. Salvo dos casos gravísimos –el homicidio del perredista guerrerense Margarito Genchi, candidato al Congreso de su entidad, y el del simpatizante panista Edgardo Hernández Corzo, presuntamente asesinado por quien era hasta el momento el postulado priísta a la alcaldía de Villaflores, Chiapas–, se ha tratado de episodios menores de violencia en los que bases priístas han golpeado a detractores y manifestantes –como ha ocurrido en Saltillo, Coahuila; Córdoba, Veracruz, o el Estadio Azteca, en la capital del país–, con saldos de unos cuantos heridos leves, o de manotazos sobre los vehículos de la caravana del candidato presidencial priísta, Enrique Peña Nieto, como ocurrió en Querétaro, la semana antepasada, y en Tepeaca, Puebla, ayer.
Amenazan a adultos mayores con privarlos de medicina si no votan por el PRI y PVEM
eseo denunciar que este martes 12 de junio de 2012, llamaron dos veces, vía telefónica, a casa de mis padres, adultos mayores ya, para indicarles que si no votan por el PRI y el Partido Verde Ecologista no les harán válido el surtido de sus recetas médicas. Mis padres son derechohabientes del Issste y en los años recientes allí han tenido el problema de que no les proporcionan los medicamentos que requieren, con el argumento de que no hay en existencia. En ocasiones, cansados de la situación, terminan por comprar sus tratamientos (uno para el control de la presión arterial y otro para el mal de Parkinson). Verdaderamente es indigno el mal servicio de salud y que todavía los amenacen y hostiguen para que voten en estos tiempos electorales por los partidos de siempre
.
uien diga que la tendencia del voto evangélico será abrumadora en favor de alguno de los candidatos desconoce las complejidades y diversidad de la población protestante en México. Estamos hablando de más o menos 10 por ciento de los habitantes del país, y posiblemente de entre 5 y 6 por ciento del total de quienes emitirán su voto en las elecciones presidenciales del próximo 1º de julio.
urante el domingo pasado, aniversario del trágico 10 de junio, se vivieron experiencias inusitadas en el país. Como en aquel entonces, ríos de jóvenes, estudiantes la inmensa mayoría, se adueñaron de las avenidas y parques principales de varias ciudades exigiendo ser escuchados. Desean participar en las decisiones que marcarán el presente y que los afectarán de varias y variadas maneras. Como sus antecesores de ese cruento día de verano, los de ahora también protestaron por las heridas que, desde las élites del poder, se le causan al cuerpo social y del que son parte doliente. La jornada dominguera se completó con el debate entre los candidatos presidenciales. Las audiencias a tan necesario recurso informativo se contaron por decenas de millones. Pocos, entre los expectantes ciudadanos, pueden sentirse defraudados por lo que ahí se dijo a pesar de las notables ausencias de asuntos sustantivos. Los perfiles de los aspirantes se dibujaron con claridad meridiana. Las ofertas esgrimidas, y lo que cada uno representa, también quedaron impresas en las pupilas y los oídos de los mexicanos.
n el congreso de San Remo (abril de 1920), París se quedó con Siria y Líbano y Londres permaneció en Palestina (ocupada a partir de 1948 por el enclave neocolonial llamado Israel
), la Transjordania (donde en 1950 los ingleses inventaron Jordania
), Kuwait (protectorado de Londres desde 1899, independiente
en 1961), e Irak, destruido tras la invasión militar de la comunidad internacional
en 2003.
oy que está a discusión el papel de los medios en la política, valdría la pena ampliar la mirada para pasar de inmediato a proponer la regulación de espacio libre para el imaginario.
e nos ha ido Stevenson. Después de las cuatro de la tarde de ayer llegó la noticia. Ningún otro boxeador amateur brilló tanto en la historia de ese deporte. Podría haber obtenido dos títulos olímpicos adicionales, si no hubiese sido por deberes que los principios internacionalistas impusieron a la Revolución. Ningún dinero del mundo habría sobornado a Stevenson.
i debemos medir la grandeza de un libro por la imaginación que provoca, Ray Bradbury es autor de por lo menos dos libros de ese tipo: Crónicas marcianas y sobre todo Fahrenheit 451.