En el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se encuentra todo listo para la realización del quinto congreso nacional de educación, instrumento que servirá a la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, para entregar al candidato triunfante de la elección presidencial las propuestas para la política educativa del próximo sexenio.

Parte de una táctica política repetida en los recientes relevos sexenales, los resultados de estos congresos han sido fundamentales para las negociaciones o intercambios, como han señalado algunos especialistas, entre la presidenta del SNTE y el gobierno entrante.

La propia dirigente lo ha expresado de esta manera: Desde el primer congreso de educación planteamos públicamente y entregamos al gobierno en turno una propuesta educativa, recordó al dar a conocer en mayo pasado la convocatoria para la realización de esta quinta reunión y del tercer encuentro nacional de padres de familia y maestros.

Acompañada del filósofo español Fernando Savater –su primer invitado en una lista que también convocó a Tenzin Gyatso, conocido como el último Dalai Lama, a la serie de conferencias previas al quinto congreso–, la maestra dijo, al igual que en otras administraciones, que la educación aún no es una política de Estado y que se requiere un cambio del sistema educativo. Y para contribuir a ese cambio, a decir de la maestra, está el SNTE.

Los temas delineados por la ex secretaria del PRI para este quinto congreso son, además de la enseñanza como prioridad nacional, revisión de los sistemas de formación magisterial, así como de las normales –a las que un día calificó de monstruos–, el perfil del maestro del siglo XXI y escuelas de tiempo completo. Estas últimas forman parte de las promesas de campaña de todos los abanderados presidenciales.

Entonces, este congreso (el quinto) va por una propuesta lo mejor acabada, sujeta a la supervisión de toda la sociedad (porque estamos) dispuestos a todo el diálogo que determinen los actores que tengan interés en ello, de que nuestras escuelas dejen de ser a puerta cerrada, expresó Gordillo el 3 de mayo de 2011.

En su primer encuentro con Felipe Calderón, ya como presidente de la República, Gordillo selló la alianza –que hoy está rota, según analistas– y logró que el panista aceptara la invitación para inaugurar el cuarto congreso nacional de educación, realizado en mayo de 2007, en Tonatico, en el estado de México.

De acuerdo con la convocatoria del quinto congreso, éste debió efectuarse el mes pasado, como marca un cronograma de seis etapas: escolar, delegacional, municipal, regional, seccional-estatal y nacional.