Óscar Soto, campeón panamericano de pentatlón, está seguro de que puede mejorar el octavo sitio que logró en Pekín 2008 durante su participación en los Juegos Olímpicos Londres 2012, justa a la que llegará no sólo con gran preparación y madurez, sino con la experiencia y la enseñanza que le han dejado los buenos resultados recientemente.

Entrevistado en las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento, el mejor representante mexicano de la especialidad explicó que está trabajando para afinar detalles en las pruebas técnicas, como esgrima, tiro con pistola y ecuestres, sin descuidar que la natación siempre había sido un dolor de cabeza para mí, y que debe mejorar su tiempo en la carrera pedestre.

En esta disciplina se trata de alcanzar el mejor balance posible entre los cinco deportes, porque de nada te sirve que seas sobresaliente en uno, si tienes otro débil, comentó Soto, quien tendrá su segunda participación en una justa veraniega, ya con mayor conocimiento y experiencia de lo que significan estos certámenes.

En el caso de la equitación, donde los caballos son designados por sorteo en los concursos, expuso que para contrarrestar cualquier eventualidad trabaja en el Estado Mayor Presidencial, donde tiene a su disposición una gran cantidad de equinos, por lo que trata de tener monturas diferentes, y así acostumbrarse rápidamente al que pueda tocarle en Londres 2012.

Para Soto, las cartas están puestas sobre la mesa acerca de lo que podrá pasar en el certamen londinense, de ahí que está ansioso de que llegue la fecha de su prueba.

El pronóstico realista que puedo formular es mejorar el resultado de Pekín. Tratar de mantenerme en ese grupo de atletas que constantemente están en los primeros lugares. Para nada es descabellado pensar que se pueda tener una buena competencia, reflexionó.

Aunque sólo tomará parte en los abiertos de Francia y Hungría, la próxima semana, Soto viajará un mes antes a Inglaterra, donde residirá en una población alejada de la capital, para adaptarme al clima, a la altura y a la alimentación, y llegar en las mejores condiciones el día de la competencia.