París, 11 de junio. El español Rafael Nadal escribió una nueva página en la historia del tenis al conquistar su séptimo título en el Abierto de Francia, marca que le asegura un lugar de privilegio entre las máximas leyendas del deporte blanco.

Nadal se impuso 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5 al serbio Novak Djokovic, en una final que sufrió dos interrupciones por lluvia el domingo y había quedado en suspenso, pero que finiquitó hoy en un certamen al que llegó como gran favorito para culminar su hazaña.

Con este resultado, el número dos mundial superó la plusmarca de seis coronas que compartía con el mítico sueco Bjorn Borg y se erigió como máximo ganador en la historia de Roland Garros. Sólo la estadunidense Chris Evert, entre las mujeres, tiene tantos títulos como Nadal en la arcilla parisina.

Con sus 26 años recién cumplidos, Rafa suma ahora 11 títulos de Grand Slam y se acerca al récord de 16 del suizo Roger Federer, derrotado en semifinales en esta edición gala.

Además, frustró las aspiraciones de Djokovic, quien buscaba ganar los cuatro grandes torneos de manera consecutiva, por lo que el duelo fue denominado una final de récords, pero la balanza favoreció al mallorquín, luego de 3:49 horas, en dos jornadas de suspenso. Por primera vez en 39 años el título se define en un día que no es domingo y en duelo pospuesto por lluvia.

Luego de reanudarse el partido en el cuarto set y con ventaja para Nadal –que tenía dos sets ganados por uno del serbio (el único que perdió en todo el certamen)–, éste iba arriba 2-1, pero el español hizo el break para 2-2 y siguió a 3-2 con su servicio con un juego blanco. Pero, tras devolverle su rival el cumplido, la paridad continuó y Rafa quebraría para 7-5, gracias a una doble falta de Nole.

Rafael Nadal confirmó que es el mejor en la superficie de arcillaFoto Reuters

Esto dejó al número uno del mundo a las puertas de su cuarto título de Grand Slam consecutivo (Wimbledon 2011, Abierto de Estados Unidos 2011 y Australia 2012), lo que habría sido récord.

En medio del cúmulo de sensaciones, el heptacampeón Nadal reveló que desde el viernes visualizaba la final con Djokovic y la única clave con la que podía tranquilizarse para aliviar la tensión fue “el futbol (el empate de España-Italia en la Eurocopa) y mis dibujos animados de Dragon Ball.”

Festejó como nunca en la cancha Phillipe Chatrier. En la final hubo un poco más de nervios de lo habitual. Sentía que debía ganar por lo hecho en arcilla esta temporada. Creía que era mi partido.

Reconoció la calidad de su rival, aunque de perder la cuarta (derrota) hubiera sido dura para mí, dijo aliviado, al quitarse esa espina que lo estuvo atormentando en 2011.

Me ha dado un pelín de respeto detener a alguien que me había ganado siete veces seguidas, comentó Nadal. Ahora yo le gané tres, pero no me siento mejor, añadió.

Djokovic, con el rostro serio, admitió: Él es definitivamente el mejor de la historia en esta superficie y, con sólo 26 años, uno de los mejores que haya jugado este deporte. La decepción es sólo porque perdí el partido... Todo en la vida es una lección y espero salir más fuerte de esta experiencia.

Con su séptimo trofeo en la vitrina, Rafael Nadal entrenará este martes en Halle para participar en el torneo alemán, en espera de ceñirse otra corona, ahora en el césped, para seguir agigantando su leyenda.