Tultitlán, Méx., 7 de mayo. Migrantes centroamericanos que cruzan por este municipio mexiquense hacia Estados Unidos son perseguidos y robados por presuntos miembros del cártel de Los Zetas, quienes incluso les ofrecen salarios hasta de 50 mil pesos para reclutarlos como sicarios.

Así lo denunciaron víctimas, administradores de la Casa del Migrante San Juan Diego y defensores de los derechos humanos, quienes exigieron la intervención de autoridades estatales y municipales.

Son encañonados, despojados del poco dinero que traen, y si se resisten son golpeados, aseguró Irineo Mujica, integrante del Movimiento Migrante Centroamericano, quien dijo temer por la vida de los indocumentados que transitan por esta zona de la entidad.

Señaló que la afluencia de entre 300 y 500 migrantes centroamericanos por día, la mayoría provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, atrae a bandas que en camionetas o autos pretenden levantar a los viajeros, algunos de los cuales llegan corriendo a la Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en la calle de cerrada de La Cruz, número 15.

Implican a policías

Esta cacería de migrantes, agregó, es perpetrada por grupos criminales, pero también hay testimonios de que participan guardias de Ferrocarriles del Valle de México (Ferrovalle), así como policías municipales de Tutltilán y efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estatal.

El domingo pasado un grupo de 10 migrantes pasó corriendo frente al refugio y pidió ayuda a gritos, pues varios sujetos armados los correteaban, comentó Irineo Mujica.

Durante un recorrido por las vías férreas de Tultitlán se observó a cuatro hombres, al parecer trabajadores de Ferrovalle, quienes esperaban a indocumentados que descendían del tren y les pedían dinero “para el chesco”.

“Hace 12 días llegó un bato y le dijo a un compa: ‘Mira, te voy a dar 50 mil pesos para que trabajes para nosotros como sicario”, comentó Alexander Gómez, de 21 años.