El priísta Francisco Labastida Ochoa denunció que las autoridades de la Secretaría de Hacienda, en forma indebida presionaron e interfirieron en facultades exclusivas del Senado, para frenar una reforma a la Ley de Petróleos Mexicanos (Pemex) consensuada ya por todas las fuerzas políticas con el titular de Energía, Jordi Herrera, y encaminada a facilitar la operación administrativa de la paraestatal.

Reveló que la noche anterior a que se votara el dictamen en comisiones, el pasado jueves 19, senadores del PAN le llamaron para notificarle que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, se oponía a la reforma, porque reducía facultades que esa dependencia tiene en el funcionamiento de Pemex.

El presidente de la Comisión de Energía del Senado recalcó que la modificación sólo busca dotar de mayor flexibilidad y agilidad a Pemex en la toma de decisiones, que ahora se dificulta por una gran cantidad de trámites administrativos en el interior de la empresa y sus organismos públicos, así como ante el Ejecutivo federal.

“Nos metimos a hacer un trabajo de autocrítica y de evaluación de qué había funcionado en la reforma energética que aprobamos en 2008, particularmente en la ley de Pemex, y encontramos que algunas cosas en la propia ley, y de los reglamentos que expidió la Secretaría de Energía, llevaron a un proceso excesivamente complicado.

Cada trámite, dijo, debe pasar por seis o siete autorizaciones sucesivas, que complican excesivamente el funcionamiento de Pemex y la convierten en una empresa donde es muy difícil y lento tomar decisiones.

Uno de los problemas, dijo, es que en la actualidad, la Secretaría de Hacienda le tiene que autorizar a Pemex todas la obras, le llaman registrarlas, y de hecho si no están registradas significa que no están autorizadas, y con ello detienen inversiones que se pagarían en menos de un año.

Es, detalló, el caso de los ductos, de varios trabajos en refinerías, de diversas tareas, “donde al final de cuentas es un burócrata que a veces no conoce el funcionamiento de Pemex –porque no es tan fácil adentrarse en un asunto tan complejo, como es una empresa que vende más de 110 mil millones de dólares al año– y le detienen inversiones que le permitirían ahorrar dinero y aumentar la renta petrolera automáticamente”.

El ex candidato presidencial del PRI recalcó que durante varios meses los legisladores trabajaron en la reforma a la Ley de Pemex, con base en tres iniciativas y retomando recomendaciones de organismos internacionales en torno de la administración de empresas públicas.

Se trabajó, expuso, junto con el secretario de Energía, Jordi Herrera. En este proceso nos llevamos varias semanas, lo fuimos ajustando, con la participación de los directores jurídicos de las áreas involucradas, viendo en detalle la redacción no sólo de artículos, sino de puntos y comas.

Al final, agregó, se logró un proyecto de dictamen de consenso, que se discutió con senadores de los demás partidos, entre ellos del PAN, y que lo avalaron. Citó a reunión de la Comisión de Energía para el viernes 20 de este mes, pero el jueves por la noche los senadores del PAN le notificaron el desacuerdo de la Secretaría de Hacienda, y el dictamen ya no se aprobó.

Labastida lamentó que las presiones de Hacienda echaran por la borda un esfuerzo por dotar a Pemex de una legislación interna que le permita operar mejor.