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Los socios avalan también resultados del ejercicio financiero 2011 de la empresa

Por unanimidad, accionistas ratifican a Carmen Lira al frente de La Jornada

Destaca la directora la consolidación de un medio fiel a la sociedad, pese al entorno de crisis

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La recién ratificada directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade, al término de la asamblea de accionistas, con el director fundador Carlos Payán VelverFoto José Carlo González
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Los socios manifiestan su votoFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de abril de 2012, p. 15

Por unanimidad, la asamblea de accionistas del Consejo de Administración del diario La Jornada ratificó a Carmen Lira Saade como directora general. En su sesión ordinaria, los socios propietarios del diario aprobaron también, sin objeciones, los resultados del ejercicio financiero de la empresa Demos Desarrollo de Medios SA de CV, correspondiente a 2011, con sus respectivas utilidades positivas y una lectoría que el año pasado alcanzó los 400 mil diarios.

La consolidación de un medio fiel a la sociedad pudo ocurrir a contracorriente, en un contexto de crisis en la que la industria de la prensa escrita sufre una contracción por cuarto año consecutivo. Esto se logró, según destacó la directora ratificada, gracias al difícil equilibrio para mantener un medio crítico que no recurre a la estridencia, que no renuncia a su visión de país, pero que es capaz de registrar con honestidad la diversidad de posturas y no sucumbe a la tentación de convertirse en vocero de sí mismo.

A dos años de cumplir tres décadas de presencia e influencia en la industria mediática nacional; con 28 años de ser un grano de utopía puesto en la realidad, en palabras de la directora en su informe frente a los accionistas, el director general fundador, Carlos Payán Velver, propuso la ratificación en su cargo de la actual directora. Además, instó al colectivo jornalero a reconocer y valorar de verdad lo que hoy en día, despegando el segundo periodo electoral mexicano del siglo XXI, este diario ha logrado, al consolidarse como un periódico progresista que surgió en 1984, sin dinero siquiera para asegurar la circulación del ejemplar del día siguiente.

Una vez consumada la ratificación unánime, Payán apuntó como una reflexión a la comunidad de accionistas: Hoy tenemos activos que han crecido; tenemos un edificio; salimos todos los días a la calle; tenemos influencia en el escenario del país. Y detrás de esto está el trabajo arduo, honesto y tenaz de Carmen Lira.

Fue el propio Carlos Payán, director en los tres periodos iniciales de La Jornada, quien propuso que en este cuatrienio, la actual directora general fuera electa para la conducción de este diario por quinta ocasión consecutiva. Su propuesta fue corroborada por el voto unánime y un prolongado aplauso de una asamblea general de accionistas que, con la presencia de más de 100 socios, contó con un quórum sin precedente.

En su informe ante los accionistas, la directora Carmen Lira destacó el hecho de la solvencia y sobrevivencia misma de este diario, que el año pasado apenas redujo en ocho su plantilla de personal, de un total de 348, sin recurrir a ningún despido.

Nuestro logro principal en estas décadas ha sido el de sobrevivir y el de consolidarnos. En este lapso ha desaparecido la mayor parte de los periódicos que dominaban la escena en 1984 (año de la fundación de este diario), y los que subsisten han cambiado tanto en su forma y en su esencia que resultan ya irreconocibles.

Vivimos tiempos de pánico, entre periódicos moribundos

Al citar el contexto, o ecosistema en el que se desarrolla la vida de los periódicos impresos contemporáneos, Lira Saade recordó los sobresaltos persistentes en la industria de la prensa escrita mundial, sujeta a importantes caídas de circulación, recortes tajantes de ingresos por publicidad desde principios del siglo; crisis recurrentes que han tocado incluso a medios icónicos como The NewYork Times, orillado a hipotecar haberes y vender acciones a empresarios externos para salvarse de la quiebra; endeudamientos masivos que han forzado a titanes de la prensa hispana, como El País, a asociarse con empresas estadunidenses como Liberty Holding y a despedir a 18 por ciento de su personal; situaciones adversas que han forzado a importantes medios a abandonar las plataformas de papel para replegarse a versiones digitales, como el caso de Jornal do Brasil y Público, de España, un caso particularmente doloroso para nosotros por las afinidades que unen a La Jornada con aquel diario europeo.

Parafraseando a un veterano periodista de The Times, la capitana de esta empresa –que según la contabilidad propia y registros de BIMSA cuenta con un universo de 400 mil lectores, sea por vía en internet o por copias impresas– expresó que vivimos tiempos de miedo y pánico, entre grandes periódicos muertos o moribundos; en una carrera donde los nuevos periodistas están sometidos a la urgencia y donde poco importa hacer periodismo de calidad; en un medio vertiginoso donde no hay siquiera tiempo para contrastar la información, corregirla y confirmarla”; en tiempos donde el futuro de géneros de excelencia, como lo son la crónica y el reportaje de investigación, son inciertos. Mantener su vigencia, con calidad y dentro de las tendencias de las redes sociales y las plataformas digitales, subrayó, es nuestro reto.

Frente al panorama adverso, indicó la directora de este diario, el reciente año La Jornada consolidó nueve periódicos regionales: Puebla-Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Veracruz, Aguascalientes, Michoacán, Zacatecas y San Luis Potosí.