ngelin Preljocaj (1957) es uno de los coreógrafos más originales. Francés de padres albaneses, fundó en 1984 su propia compañía, integrada con 26 bailarines de diversas nacionalidades y calidad excelsa. En esos años ha logrado crear un gran ballet contemporáneo sin perder su carácter romántico. Tiene en su haber 42 coreografías que han merecido el reconocimiento de la crítica más exigente y, sobre todo, del público amante de la danza. En algunas han participado otros artistas de renombre, como Enki Bilal (Romeo y Julieta), Goran Vejvoda (Paysage après la bataille), Air (Near Life Experience), Granular Synthesis (N), Fabrice Hyber (Las cuatro estaciones), Jean-Paul Gaultier (Blancanieves). También ha colaborado con creaciones exclusivas para el Ballet de la Ópera de París, la Scala de Milán, el New York City Ballet, la Staatsoper de Berlín y el Teatro Bolshoi.

Ahora Preljocaj realiza su primera gran gira por América. Incluye dos presentaciones en el Teatro de la Ciudad (el jueves y el viernes próximos) como parte del Festival de México. En ambas ofrecerá su particular interpretación de Blancanieves, el cuento de los hermanos Grimm. Creada hace cuatro años para la Bienal de la Danza de Lyon, Blancanieves reúne la música de Gustav Mahler, la escenografía de Thierry Leproust y el vestuario de Jean-Paul Gautier. Fue en Lyon, y con Blancanieves, donde se consagró como prima ballerina nuestra gran figura internacional: Elisa Carrillo.

Preljocaj afirma ser fiel al cuento de los hermanos Grimm, con algunas variaciones personales, “fundadas en mi análisis de los símbolos del cuento. Así, Blancanieves es la historia de un Edipo al revés donde la madrastra es el personaje central. A ella la interrogo a través de su voluntad narcisista que no quiere renunciar a la seducción y a su puesto como mujer, dispuesta a sacrificar a su hermosa hija”. Agrega que en su Blancanieves utiliza la música de Mahler, pues el cuento se inscribe dentro del más puro romanticismo alemán, aunque sus desplazamientos son contemporáneos.

Hace cuatro años referimos aquí cómo la imaginería creada por Preljocaj invitaba a viajar por un mundo fantástico, en el universo de esa princesa. Que el juego erótico con los enanos iba de la mano del vestuario diseñado por Gaultier. Que el coreógrafo convirtió a la madrastra en una vamp exquisita, diabólica, que desborda sexo y danza como diosa. Lleva una gran capa rojinegra  y apenas cubre su cuerpo con un maddonesco corset. Preljocaj ve a la madrastra como esas mujeres sesentonas, muy seductoras, que con los avances técnicos y científicos para no envejecer, rivalizan con sus hijas.

Esta Blancanieves no se la deben perder los amantes de la danza y sus múltiples lenguajes corporales, teatrales, sonoros y  visuales.