La Unesco realizará sesión conmemorativa en San Petersburgo, Rusia
La Jornada se suma a los festejos con la publicación de suplementos alusivos a los sitios de México inscritos en la lista del organismo internacional
Anuncian encuentro en Morelia
Viernes 27 de abril de 2012, p. 4
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) celebra este año el 40 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial, uno de sus instrumentos jurídicos de mayor eficacia al fungir en la actualidad como poderosa herramienta para la preservación del patrimonio en diversos países.
Con ese espíritu festivo del 24 de junio al 6 de julio se llevará a cabo, en la ciudad de San Petersburgo (anteriormente Leningrado), la sesión 36 del Comité del Patrimonio Mundial, instancia responsable de la puesta en práctica de los mandatos de esa convención.
En el contexto de esa conmemoración, La Jornada publicará durante este año una serie de suplementos dedicados a los sitios mexicanos inscritos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Entre el vasto programa de actividades alrededor del mundo para recordar la efeméride, el organismo internacional realizará en México, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el taller América Latina y las buenas prácticas en conservación del patrimonio mundial. El encuentro será en Morelia, Michoacán, del 28 al 31 de mayo.
En septiembre, también con el apoyo del INAH, se impartirá en la ciudad de México el programa de adiestramiento para integrar la conservación de ecosistemas de lago y el uso sustentable de las chinampas de Xochimilco, como sistema de producción agrícola.
Activo para el futuro
La Convención del Patrimonio Mundial fue adoptada en 1972 por la Conferencia General de la Unesco. Cuenta con la firma de 188 países y combina en un único instrumento jurídico la protección del patrimonio cultural y natural.
En cuatro décadas, la lista del Patrimonio Mundial ha crecido hasta alcanzar 936 sitios inscritos por su valor universal excepcional, ubicados en 153 países.
En enero, durante la ceremonia de lanzamiento de las celebraciones del 40 aniversario de la Convención del Patrimonio Mundial en Japón, Irina Bokova, directora general de la Unesco, señaló que el Patrimonio de la Humanidad no es una lista de las piedras y monumentos. Millones de personas viven en ella y desde ella. Es una idea sencilla, pero revolucionaria, que el mundo celebra
.
Explicó que “salvar los templos de Egipto y desmantelar, piedra por piedra, el templo de Abu Simbel en la década de los 60 fue un primer acto para reconocer esta idea. A menos de una generación después de la Segunda Guerra Mundial, hemos demostrado con esto que podemos mover montañas cuando estamos unidos por el mismo ideal.
“Hoy día nuestro mayor desafío ya no es sólo salvar los templos. Se trata de dar respuesta a las presiones del cambio climático, la urbanización rápida y masiva, el turismo y los desastres naturales.
En el pasado, los monumentos y parques nacionales fueron inscritos en la lista del Patrimonio Mundial, ahora hay una tendencia hacia la inclusión de los paisajes culturales y sitios transfronterizos compartidos por varios países.
“El patrimonio no es un lujo, es un activo para el futuro. El breve momento de gloria que viene con la inscripción de un sitio no significa gran cosa sin el compromiso de los estados, las autoridades y las comunidades locales a largo plazo para la preservación.
El Patrimonio de la Humanidad fortalece nuestra capacidad de soñar y, como sabemos, ésta es una fuerza vital en los momentos difíciles. El Patrimonio de la Humanidad debe servir como una razón para la tolerancia, la reconciliación y el diálogo entre las personas
, concluyó Bokova.
Esfuerzos desde 1969
Los orígenes de la convención se remontan a 1969, cuando la Unesco emprendió una campaña para ayudar a Egipto y Sudán a salvar el templo de Abu Simbel y otros templos nubios de las inundaciones provocada por la construcción de la presa de Asuán, en el Nilo.
Cerca de 50 países contribuyeron para recabar la mitad de los 80 millones de dólares que costaron los trabajos para desplazar los monumentos y evitar posibles daños.
La Unesco emprendería más adelante otras campañas para conservar Venecia, en Italia, después de la gran inundación de 1966, así como la ciudad de la edad de bronce de Moenjodaro, en Pakistán, y el templo y conjunto budista de Borobudur, en Indonesia.
A partir de esas experiencias, se creó la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro para obtener apoyo para los sitios que están amenazados por el cambio climático, los conflictos, la caza furtiva o la expansión urbana descontrolada.
Entre sus éxitos, la Unesco menciona que ha conseguido parar construcciones antiestéticas en ciudades históricas como Londres, Viena, Macao y San Petersburgo. También se ha concretado la renovación a gran escala en sitios como Angkor
y publicado estudios pioneros sobre los efectos del cambio climático, así como proyectos de turismo sostenible para lugares como Sian Ka’an, en México.
El mayor desafío para la convención en los próximos años, añade el organismo, se relaciona con fenómenos globales como la explosión demográfica, la falta de recursos financieros y el cambio climático
, que ponen en serio riesgo el Patrimonio Mundial.
México ocupa el primer lugar en la lista de América Latina y el Caribe, con 29 lugares como Patrimonio Cultural y Natural. Además cuenta con siete tradiciones y festejos como Patrimonio cultural inmaterial.