Se presenta hoy en El Plaza Condesa y mañana en el Metropólitan
Jueves 12 de abril de 2012, p. 9
El músico inglés Steven Wilson presenta su segundo disco como solista, titulado Grace for drowning. En entrevista con La Jornada, dice: Este álbum es para mí un regreso a los sonidos de los años 70, una experiencia que viví al trabajar en los discos de King Crimson, porque los estaba remezclando y empecé a entender cómo fueron creados en esa etapa, donde el jazz permeaba al rock progresivo
.
Wilson se presentará hoy, junto a otros músicos, en El Plaza Condesa, mientras que mañana ofrecerá su concierto formal en solitario en el teatro Metropólitan.
Steven Wilson agrega: “ Algo interesante de las incipientes bandas de rock progresivo de esa época fue que muchas de las que hacían ese género no estaban tratando con músicos de pop, sino de jazz y clásica. Amo esa época, cuando esos músicos estaban teniendo una gran influencia en el sonido del rock y del pop, porque para mí tiene algo más espiritual y experimental. Entonces, este Grace for drowning fue un regreso al sentimiento del principio de la década de los 70”.
–¿Creativamente cómo se encuentra?
–Es una pregunta existencial... Estoy disfrutando realmente el proyecto como solista. Tengo una banda asombrosa. Siento que puedo escribir música en un nivel más alto que antes, porque no tengo que hacerlo para un grupo en particular; es muy liberador crear sólo para ti. La banda que me acompaña puede ejecutar música más compleja. Ahora estoy haciendo mi tercer disco en solitario.
–¿A qué se va enfrentar el público hoy y mañana?
–Hoy sólo voy a tocar un par de canciones con mi guitarrita. El concierto de mañana sí es un show, no es sólo como unos cuates tocando. Hay videos, es un viaje musical. Espero algo realmente espectacular, una experiencia visual. Tocaré temas de este y del próximo álbum. Presentaré cuatro temas del tercer disco, que es inédito, pero son realmente largos.
–¿Cómo lo refresca hacer música como solista y luego regresar a crear con sus grupos?
–Eso es uno de los porqués. Para mantenerme fresco escucho mucha música, veo muchas películas, leo mucho, viajo, conozco gente y me mantengo curioso de lo que pasa. Eso me refresca para hacer una nueva producción. Cuando hago otro disco, tres años después, tengo muchas más experiencias, más música, discos y he visitado lugares nuevos... todas esas cosas se expresan por medio de la música. Este es el primer disco que hago desde otro lado. Viví por 20 años en Londres, me mudé finalmente hace tres. Estaba viendo por mi ventana árboles, ríos, ovejas; veía un mundo diferente. Vivía en un paisaje de suburbio, ahora no, y eso se traduce en sonido.
–¿Cómo es tocar solo y con banda?
–Todavía toco con una banda, Blackfield, pero la diferencia entre ella y Porcupine Tree es que ésta improvisa mucho. Cada show, cada noche es diferente. Hay una estructura del espectáculo, pero estos cuates improvisan, a diferencia de Porcupine.
“A la gente de las otras bandas no les gustaba improvisar. En Backfield aman hacerlo. En Porcupine Tree hay un tipo que odiaba el jazz. Esa es la razón. Pero yo siempre he amado esa música, la espiritualidad de la improvisación. Al principio, Porcupine Tree era mucho más de improvisación, pero en estos días es difícil que lo hagan. Todo es muy estructurado, que está bien, pero es aburrido para mí hacer eso cada noche. En cambio para esta banda cada vez es como una fiesta. Es grandioso.
–¿Cómo debe ir el público preparado para sus conciertos?
–Musicalmente... será muy excitante, muy energizante... Será una experiencia muy positiva... al mismo tiempo la música es muy oscura. Nunca pienso en ella como difícil, sino disfrutable. Para mí son grandes melodías, grandes músicos, grandes visuales. No necesitas ser un intelectual para disfrutarla. Ayudaría si eres seguidor de la música progresiva, pero nada más.