La acción da vuelta a la última página de la ocupación
, señala el gobierno iraquí
Sábado 17 de diciembre de 2011, p. 20
Bagdad, 16 de diciembre. Irak asumió hoy el control de la última de las 505 bases militares que Estados Unidos llegó a tener en su territorio desde la invasión del país árabe en marzo de 2003, después de que el coronel estadunidense Richard Kais firmó los documentos de transferencia en una sala de la base ubicada en la ciudad sureña de Nasiriya.
Con orgullo anunciamos hoy al pueblo iraquí el traspaso de la última base militar estadunidense. Hoy damos vuelta a la última página de la ocupación
, declaró el representante del gobierno iraquí, Hussein Assadi, encargado de recibir las instalaciones de la base conocida como Imán Alí, que las tropas invasores solían llamar Campo Adder.
Es un día de libertad y prometemos a nuestro pueblo ser fieles a nuestro ejército, a nuestro Irak y a actuar por su unidad
, declaró por su parte a los soldados iraquíes el nuevo comandante de la base, el teniente coronel de la fuerza aérea Hakim Abud, en un acto que tuvo lugar un día después de que en Bagdad los estadunidenses retiraron su bandera y pusieron fin a casi nueve años de ocupación.
En la base de Nasiriya, a 305 kilómetros de la capital del país, el teniente coronel Abud izó la bandera iraquí y destacó que este era un día de alegría
para los iraquíes y que “desde esta base se irá el último soldado estadunidense de Irak en las próximas 72 horas, la cual llegó a albergar a unos 15 mil soldados de Estados Unidos en los momentos más álgidos de la guerra contra Saddam Hussein.
Imán Alí fue una importante base aérea, utilizada sobre todo durante la guerra iraquí contra Irán de 1980 a 1988. Pero resultó gravemente dañada durante la intervención estadunidense denominada Tormenta del desierto, lanzada en 1991 por fuerzas encabezadas por Estados Unidos para expulsar de Kuwait a las tropas de Hussein.
A la fecha quedan unos 4 mil soldados estadunidenses en Irak, de unos 170 mil que estuvieron desplegados en las 505 bases militares en 2007. Aunque desde 2003 pasaron por Irak alrededor de 1.5 millones de estadunidenses, según informes de prensa.
En los hechos sólo se quedarán unos 157 estadunidenses para proseguir el entrenamiento
de las tropas iraquíes luego de una intervención que dejó más de 100 mil muertos iraquíes, un país devastado, más de un millón de desplazados y una estela de violencia sectaria.
Además, Estados Unidos entregó a las autoridades iraquíes a su último preso en el país, Alí Musa Daqduq, presunto miembro del grupo libanés Hezbolá, quien habría planeado una acción en que murieron cinco soldados estadunidenses.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), otra de las fuerzas de Europa que apoyaron la intervención, confirmó que este sábado llevará a cabo una ceremonia solemne de salida de sus efectivos de Irak, acelerada debido a la negativa de Bagdad de conceder inmunidad judicial a sus tropas. Los estadunidenses tampoco obtuvieron esa prerrogativa.
A finales de 2010 la OTAN ya sólo tenía unos 180 efectivos que daban apoyo a policías y soldados locales, y entregó material militar por unos 115 millones de euros.
En lo sucesivo, unos 900 mil efectivos iraquíes se ocuparán de la defensa y la seguridad del país.