Lago de Guadalupe, Cuautitlán Izcalli, 31 de mayo. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró que no queremos una Iglesia estática, reaccionaria y caduca, por ello la formación de los seminaristas debe irse adecuando a las circunstancias del país, y al mismo tiempo debe ser capaz de identificar eventuales conductas indeseables, entre ellas la pederastia, por medio de las evaluaciones sicológicas a las que se somete a los aspirantes al ministerio.

En conferencia de prensa ofrecida durante la 91 asamblea plenaria de la CEM, Jorge Patrón Wong, obispo coadjutor de Papantla y ex rector del Seminario de Yucatán, así como Víctor Rodríguez Gómez, secretario general de la instancia y obispo auxiliar de Texcoco, subrayaron la necesidad de actualizar los planes de pastoral y las estrategias en la formación (de los seminaristas) para responder con vocación permanente a una necesidad actual.

Aseguraron: Queremos formar sacerdotes para que promuevan la justicia; sacerdotes libres y respetuosos de todas las personas para que enseñen a vivir en el respeto, en diálogo continuo y se conviertan en constructores de paz; sacerdotes humildes al servicio de los demás, principalmente de los más necesitados, que en sus acciones se manifieste siempre el amor del padre y la misericordia de su hijo Jesucristo; sacerdotes alegres y fieles a su opción vocacional, para que dóciles al espíritu santo sepan compartir la vida y entregarla si es necesario por amor a su pueblo.

Insistieron en que más que nunca México requiere excelentes sacerdotes y añadieron que por ello en esta asamblea revisaremos los aspectos de la preparación de los futuros sacerdotes en los seminarios, los retos y desafíos que hoy se presentan a la formación sacerdotal y los programas de actualización en los presbiterios.

Dicha tarea no sólo se centrará en la calidad, sino también en la cantidad de vocaciones, pues en México no se cuenta con suficientes seminaristas y sacerdotes, reconoció Patrón Wong, quien hace algunos años ocupó las presidencias de la Organización de Seminarios Mexicanos (Osmex) y de la Organización de Seminarios Latinoamericanos (Oslam).

El obispo dijo que en el país hay 73 seminarios mayores y 72 seminarios menores que albergan a 5 mil seminaristas, y añadió que en México sólo hay 15 mil clérigos para cerca de 91 millones de católicos. Sobre las técnicas para descubrir la vocación e identificar comportamientos no acordes con el sacerdocio, indicó que en los seminarios, con ayuda de pedagogos, sacerdotes y sicólogos, se insta al joven a que encuentre su verdad y en dónde puede servir mejor a la sociedad, siempre de forma humana, personal y respetuosa de la libertad y vida de las personas.

Añadió que en los seminarios se abordan no sólo los temas difíciles de identidad personal, sino también de traumas que pueden traer de la vida pasada, y subrayó que la Iglesia tiene claro que no todos los candidatos son llamados por Jesús para ser sacerdotes.

Ambos señalaron que la intención no sólo es cerrar el paso a conductas como la pederastia, sino sobre todo que el pueblo de Dios en México tenga los mejores sacerdotes.