Jueves 19 de mayo de 2011, p. 40
Roma, 18 de mayo. Hasta 27 millones de personas son esclavas en la actualidad, y los emigrantes que huyen de la violencia del norte de África son los que sufren mayor riesgo de ser explotados, dijo el miércoles un funcionario estadunidense de alto rango.
Los países donde llegan inmigrantes deberían tratar de identificar víctimas potenciales y protegerlas, más que optar por la repatriación inmediata que a menudo los envía de vuelta a las manos de traficantes humanos, dijo el embajador estadunidense Luis C. de Baca.
Decenas de miles de emigrantes están huyendo de los disturbios del norte de África, y muchos tratan de llegar a Europa por barco, pero el problema de la esclavitud existe en todo el mundo e India, Tailandia y Malasia están entre los países más afectados.
La Unión Europea ha instado a las autoridades africanas de frontera que refuercen los controles para evitar que contrabandistas aprovechen la situación.
Pero De Baca, quien dirige la Oficina de Vigilancia y Lucha contra la Trata de Personas del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que era más efectivo luchar contra la esclavitud en los países donde las víctimas son explotadas.
Uno no combate el tráfico en las fronteras, porque la gente no sabe aún que son víctimas de la trata: cuando llegan al destino es que son esclavizados
, dijo en una conferencia organizada por la embajada de Estados Unidos en el Vaticano.
La gente debe estar atenta sobre dónde terminan estos refugiados, qué tipos de trabajos son puestos a hacer y cómo están siendo tratados
, añadió.
Estimó que entre 12.5 y 27 millones de personas están atrapadas en la esclavitud en todo el mundo, en una gama que va desde niños forzados a trabajar como sirvientes domésticos o en fábricas hasta mujeres que son obligadas a ejercer la prostitución.
Urge mayor cooperación
Los oradores de la conferencia destacaron la necesidad de más cooperación entre gobiernos, compañías y grupos religiosos para impedir que más gente caiga víctima del comercio de esclavos.
Las organizaciones criminales que se aprovechan de los hombres, mujeres y niños están muy organizadas y bien conectadas de una parte del mundo a la otra
, dijo la monja Estrella Castalone, quien coordina el grupo antitráfico Talitha Kum.
Es sólo mediante una red igualmente bien organizada que vincule a los países de origen con los de tránsito y destino, que podemos evitar que los más débiles y los más vulnerables se vuelvan una mercancía humana
, anadió.