El acuerdo firmado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y siete universidades privadas, que buscan becar a mil estudiantes de nivel medio superior y a 3 mil de licenciatura, representa una contradicción, señaló Nareni González, estudiante de la carrera promoción de la salud, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).

Agregó que por un lado el Gobierno del Distrito Federal regatea recursos económicos al Instituto de Educación Media Superior (IEMS) y la UACM pero por otro, se muestra generoso con estas casas de estudio privadas.

En respuesta al citado acuerdo, la estudiante de la UACM señaló que habrá que preguntarse qué hay detrás de este acuerdo y por qué la izquierda parlamentaria dio aval a esta política de derecha.

Por su parte académicos de la UACM señalaron que como resultado de las políticas neoliberales de los últimos años ha habido recorte drástico a la educación pública al mismo tiempo que se ha acrecentado la matrícula de las universidades privadas, lo que conlleva una estrategia excluyente en la cual la educación deja de ser un factor de movilidad social y se convierte sólo en un instrumento mediante el cual se sostienen los niveles de utilidad de un proyecto que se basa en el afán de lucro y la desigualdad.

En un video que difunden como parte de la defensa del sentido original de la UACM, advierten que desde 1974 en la ciudad de México no se había creado una universidad públi- ca y que “en 1982 estudiaban licenciatura 193 mil alumnos en las escuelas y universidades públicas.

La matrícula de las escuelas y universidades privadas era muy inferior, con 42 mil 446 alumnos; es decir, 18 por ciento del total de los estudiantes, mientras las instituciones públicas contaban con 82 por ciento del total.

En 1999 dicha situación cambió, pues sólo pudieron inscribirse 64.5 por ciento del total de estudiantes; es decir, 207 mil 109 en colegios y universidades públicas, mientras en el sector privado se inscribieron 113 mil 890 estudiantes, 35.5 por ciento del total.

Añaden que la matrícula de las universidades públicas creció en esos años sólo 6.8 por ciento frente al sector privado que llegó hasta 168.3 por ciento.

El destino de la política educativa de los últimos años ha sido colocar a la educación dentro del mercado a nivel de cualquier mercancía con lo que se ha logrado aumentar el número de rechazados afirman.