Buenos Aires, 8 de mayo. El testimonio de Victoria Moyano Artigas, hija de un matrimonio uruguayo secuestrado en Argentina y desaparecido, quien fue robada por los militares de la dictadura pasada aquí y rescatada por Abuelas de Plaza de Mayo en 1987, señaló directamente a la empresa alemana Mercedes Benz, algunos de cuyos ejecutivos tendrían niños robados en sus mismas condiciones.

Nos daban como si fuéramos mascota. Te elegían si eras más o menos bonita, fue un plan sistemático dentro de un plan mayor que fue el del genocidio, los 30 mil desaparecidos, y entre ellos mis padres dijo Moyano Artigas que nació en el centro clandestino de detención Pozo de Banfield en la provincia de Buenos Aires y fue apropiada allí, al declarar en la causa que juzga el plan sistemático del robo de bebés nacidos en cautiverio.

Sus padres María Asunción Artigas Milo –descendiente del prócer uruguayo José Gervasio de Artigas- y Alfredo Moyano fueron secuestrados en diciembre de 1977.

Su madre estaba embarazada de cuatro meses cuando se la llevaron el 30 de diciembre de 1977 y como tantas otras fue mantenida viva en el infierno del llamado Pozo de Banfield, donde nacieron otros niños robados y donde fueron asesinados y desaparecidos centenares de detenidos.

En este caso la niña fue entregada a María Elena Mauriño y Víctor Penna, hermano del comisario Oscar Penna, de la Brigada de San Justo, una de las más temibles en aquellos tiempos y quien tenía una relación directa con el general Ramón Camps, responsable de miles de desapariciones en la provincia de Buenos Aires y ya fallecido.

Finalmente en diciembre de 1987, un juez acompañado por Abuelas de Plaza de Mayo le contó la verdad de su vida y le restituyó su identidad.

Esto fue posible porque su maestra de primer grado, Olga Fernández sospechó que la niña era hija de desaparecidos y presentó su caso a Abuelas de Plaza de Mayo que investigaron y encontraron la verdad.

Durante su doloroso testimonio donde rescató la vida y lucha de sus padres, la joven fue interrumpida violentamente por el abogado de uno de los juzgados en esta causa que la acusó de hacer una arenga revolucionaria.

Esperé 32 años para hablar y tengo todo el derecho de hacerlo. Yo no estoy en el banquillo de los acusados, estoy en el de los que acusan, son ellos los que tienen que dar las explicaciones sobre lo que hicieron, contestó con firmeza la joven.

Al culminar su testimonio recordó que falta encontrar a 400 de mis hermanos y avanzar con eso es ir en contra de empresas poderosas, que no son sólo Clarín (cuya directora tiene dos hijos adoptados y se sospecha son hijos de desaparecidos) porque sabemos que Mercedes Benz donó un equipo de obstetricia a Campo de Mayo, donde hubo denuncias de nacimientos clandestinos. También es ir contra los jueces como (José) Martínez Sobrino, (Gustavo) Mitchell, que participaron en la apropiación de niños y siguen en funciones. Por eso no aparecemos, por eso no aparecen mis hermanos. Nuestras Abuelas se mueren y los genocidas siguen impunes, finalizó.

En el caso de Mercedes Benz, el 3 de abril de 2002, el ex gerente de Asuntos Jurídicos de la empresa, Rubén Pablo Cueva declaró ante el tribunal que Mercedes Benz donó un aparato de neonatología al Hospital Militar de Campo de Mayo, donde funcionaba la maternidad clandestina y donde muchas detenidas dieron a luz.

Mercedes Benz tiene 14 operarios desaparecidos y tres sobrevivientes y existe una causa por su complicidad con los militares de la pasada dictadura.

Cueva declaró también que durante el Mundial de fútbol 1978 la firma cedió al Comité Organizador “25 buses y 55 automóviles pedidos por el almirante Carlos Lacoste) para traslado de las delegaciones, y que se le vendieron muchos camiones al ejército.

También existe una causa contra el ex gerente general de la Mercedes Benz Argentina, Juan Ronaldo Tasselkraut, por la apropiación de Diego Christian Tasselkraut, cuya partida de nacimiento dice que nació el 19 de agosto 1974 y que es su hijo biológico.

Sin embargo, en agosto de 2010 se aportó un testimonio nuevo a la causa, el de Eduardo Fachal, quien trabajaba en la fábrica en el momento en que su jefe apareció con un hijo.En la fábrica se sabía que Tasselkraut no podía tener hijos y un día apareció con un bebé, que luego se convertiría en un hombre morocho, como nosotros, relató Fachal.

El hijo de Tasselkraut, que hoy en día trabaja en las oficinas de Puerto Madero de la Mercedes Benz, es un muchacho más bien morocho y en cambio Tasselkraut es rubio colorado, no se parecen en nada, dijo Fachal al diario Tiempo Argentino.

La sospecha se extiende a sus primos, hijos de Alejandro Tomás Tasselkraut, el hermano del gerente de la planta, quienes también podrían ser víctimas de apropiación ilegal