Mueren 9 mil 300 mexicanos al año por males respiratorios
Miércoles 4 de mayo de 2011, p. 42
Los vehículos viejos e ineficientes no sólo provocan graves daños a la salud de los mexicanos –con 9 mil 300 muertos al año por enfermedades respiratorias–, sino también generan gastos excesivos al gobierno a causa de la importación cada vez mayor de combustibles, por lo cual es urgente que las autoridades obedezcan o renueven las normas oficiales de regulación de autos y gasolinas bajas en azufre.
Así lo advirtieron los participantes en la conferencia internacional Impacto de la calidad del aire en la salud y la economía de México, realizada ayer por diversas organizaciones no gubernamentales (ONG), en la cual se repasaron algunos de los principales daños que causa la contaminación a los habitantes de las grandes ciudades del país.
Uno de los principales obstáculos en el cuidado del medio ambiente es el carácter disperso de las megaurbes mexicanas, copiado del modelo estadunidense, ya que al crecer de forma extensiva éstas provocan la utilización de más autos y, por tanto, incidencia más alta de males respiratorios, alertó Sandra Herrera, subsecretaria de Fomento y Normatividad de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Por otro lado, Petróleos Mexicanos no ha cumplido su obligación de distribuir en todo el territorio nacional diesel ultra bajo en azufre –lo que debió haber hecho desde 2009– y ahora está promoviendo la elaboración de una nueva norma que entraría en vigor en noviembre de 2014, lo cual significa un retraso de más de 10 años desde que comenzó a discutirse el tema.
De acuerdo con la funcionaria, es urgente que el gobierno promueva un sistema de transporte público más efectivo y se abandone cuanto antes el esquema urbano expansivo, puesto que la gente que vive en ciudades dormitorio
, muy alejadas de sus escuelas o trabajos, casi siempre termina adquiriendo más autos para movilizarse.
A contracorriente del impulso que hoy se da a los carros particulares, dijo, es necesario desincentivar su uso con medidas severas
, como instalar parquímetros, encarecer los estacionamientos e incluso retirar el subsidio a la gasolina.
Para renovar la flota vehicular la industria automotriz tendría que estar dispuesta a lanzar productos más caros, lo que pondría en riesgo sus ganancias a corto plazo, pero esta opción es menos costosa a la larga para la sociedad en su conjunto, comparada con los daños a la salud que provocaría no sustituir la tecnología obsoleta.
En el mismo sentido, el académico en temas ambientales Adrián Fernández señaló que las consecuencias de no cambiar rápido de modelo de transporte son mucho peores que seguir como estamos.
A pesar de los avances en el mejoramiento de la calidad del aire, lamentó que el tema ya no sea prioritario en la agenda pública y haya rezago en la utilización de combustibles limpios y autos más eficientes, lo cual podría terminar con el problema de la contaminación en no más de una década
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