inalmente la crisis de la deuda pública le saltó encima a Estados Unidos y la población se resiste a tomar el trago amargo de los recortes presupuestales que recientemente han tenido que digerir algunos países como Grecia y España, y si lo vemos a distancia, México. Cada crisis que hemos vivido –y son muchas– el gobierno en turno nos ha pedido abrocharnos el cinturón hasta que el cinturón desapareció a tanto jalón. El país más rico de la Tierra, cuyo crédito tiene la calificación más alta, la triple A, fue estremecido por un anuncio del buró Standard & Poor’s en el sentido de que había colocado en perspectiva negativa su capacidad de pagar sus deudas. Suman 18 millones de millones de dólares. Por ahí anda incluida una pizcacha del Banco de México nada despreciable –30 mil millones de dólares, casi la tercera parte de las reservas–, porque hasta hoy los bonos del Tesoro han sido el instrumento de inversión más socorrido de los bancos centrales. China tiene 1 millón de millones, en los mismos bonos, la tercera parte de sus reservas. El problema es que los vecinos no quieren sacrificar su nivel de vida, no quieren descender al nivel de sus vecinos del sur, América Latina en general. Una encuesta del diario The Washington Post y la cadena de televisión ABC arrojó estos resultados:

-El 78 por ciento se opone a los recortes en el presupuesto del Medicare, el generoso seguro médico de las personas de la tercera edad.

–El 69 por ciento rechaza meter la tijera al Medicaid, el seguro médico de la gente pobre.

–El 56 por ciento no quiere un recorte al gasto militar.

–La semana anterior el presidente Obama propuso una opción: aumentar impuestos a la clase media alta y los ricos –con ingresos anuales a partir de 3 millones de pesos. En este punto, 72 por ciento respalda la propuesta pero más arriba de ese límite y 54 por ciento la apoya tal cual. Desde el punto de vista de la filiación partidista, 91 por ciento de los demócratas apoyan la iniciativa, 68 por ciento de los independientes y 54 por ciento de los republicanos. Todavía no acaba de salir el pueblo estadunidense de la recesión, el desempleo, el rescate de las empresas privadas que quebraron, y ahora tienen encima la de la deuda de su gobierno. Son muchas cosas las que están en juego, entre otras, la relección del presidente Barack Obama y la vigencia del american dream.

Y en esta nueva crisis de nuestro principal socio comercial, como la anterior, y la anterior, el papel que juega el gobierno mexicano es de un espectador que enciende veladoras para que pase pronto.

Acaba de estar en Acapulco el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, señaló con claridad cuál fue el camino que siguió con tanto éxito en Brasil, y el auditorio –esto fue en la convención de banqueros en Acapulco– se levantó a aplaudirlo. Pero no sucede nada. Ni ocurrirá tampoco. El sexenio panista llega a su fin y sus menguantes energías están enfocadas al problema de la violencia.

La tableta de Blackberry

¿Será conveniente aguardar a la segunda versión? Es que la que acaba de hacer su debut, el PlayBook, padece una carencia inexcusable: le falta el correo electrónico Blackberry, una de las herramientas esenciales de su teléfono inteligente, que alguna vez tuvo la supremacía del mercado pero ha cedido frente a la competencia del iPhone, de Apple, y una serie de aparatos con el software Android, de Google. El PlayBook tiene conexión vía Wi-Fi y será el próximo modelo el que cuente con enlace a red celular.

Penthouse en Londres

Corrió la versión de que uno de los magnates mexicanos había adquirido el penthouse más costoso de la Tierra, en la capital británica. Pagó 221 millones de dólares. Por ahí a algunos de nuestros Forbes les ha dado por comprar mansiones majestuosas en el extranjero, quizá piensan que más vale poner distancia con la peligrosa realidad mexicana. Pues no, esta vez no fue uno de nuestros paisanos. The Financial Times revela que el adquiriente es un oligarca de nombre Rinat Akhmetov. Es el hombre más rico de Ucrania, con una fortuna que Forbes calcula en 16 mil millones de dólares. Hizo su dinero en minas de carbón.

@Vox Populi

Asunto: la defensa de Chimalistac

Los colonos de Chimalistac queremos agradecer tu nota de fecha 15 de marzo, en la cual citas la arbitrariedad que se pretendía hacer en la colonia Hacienda Guadalupe Chimalistac, al construir una planta de tratamiento de aguas negras, en pleno corazón histórico de nuestra ciudad. Al parecer se ha suspendido la construcción de forma definitiva, ya que los vecinos nos dimos a la tarea de analizar a fondo (con lupa, como tú lo mencionas), y descubrir muchas irregularidades, arbitrariedades y peligros que correríamos con dicha construcción. Se pidieron opiniones de peritos en la materia de diversas universidades de Estados Unidos, y encontraron altos riesgos para la salud de los habitantes de zonas aledañas, así como alteración de las normas que rigen nuestras leyes. La unión hace la fuerza.

Daly González Alfaro/Chimalistac

R: ¡Qué buena noticia! Tienes razón: sólo unidos los ciudadanos pueden detener las barbaridades de los funcionarios. Chimalistac es uno de los suburbios más bellos –de los pocos que quedan– de nuestra ciudad y vale la pena conservarlo.

Asunto: los recibos de luz

Hace algunos bimestres que la factura del consumo de luz me llegaba en el mismo rango, aproximadamente. Sin embargo, en este último mes llegó del doble, siendo que ocupo la misma cantidad de aparatos. Yo quiero pagar pero me parece un abuso de la CFE.

Arturo Sánchez Álvarez/Distrito Federal

R: Sé que no te servirá de consuelo pero no eres el único caso, son millares. Pide a la compañía que mande gente a revisar el medidor, algunas veces eso es suficiente para resolver el problema.

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