El crédito bancario repunta a tasas de dos dígitos, una aceleración después de la pausa marcada por la crisis económica de 2008 y 2009. Jaime Ruiz Sacristán, quien desde este viernes es el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), plantea: hay que aumentar el financiamiento a ritmos importantes en su porcentaje, pero razonables. Ya hemos visto muchas veces la película de crecimiento crediticio acelerado y no termina bien; no es un final feliz.

La banca privada que opera en México está hoy en una posición que Ruiz Sacristán califica de muy buena. El conjunto de instituciones, dice en una entrevista con La Jornada, se encuentra suficientemente capitalizada, con una reserva que duplica al monto de los préstamos vencidos y con un nivel de captación de recursos suficiente para prestar recursos a empresas y familias.

En 2008 y 2009 hubo el problema económico; se redujo algo la cuestión de crédito, pero hacia finales del año pasado hemos visto ya crecimientos importantes de la demanda de crédito. Siempre hay que cuidar que lo que presten los bancos esté relacionado con la demanda de crédito, no simplemente de un solo lado, dice Ruiz Sacristán, también director del Banco Ve por Más, una institución financiera que comenzó a funcionar en 2004.

El nuevo presidente de los banqueros asegura que en el sistema financiero local hay un crecimiento del crédito impulsado por una mayor demanda de recursos relacionada con la reactivación de la actividad económica.

Estamos viendo un incremento en la demanda en varios sectores y por eso se está reactivando el crédito. Hay una banca en una situación muy buena para continuar prestando, combinado con una demanda que está iniciando. Este año, en materia de colocación de crédito, va a ser muy bueno, con un incremento de alrededor de 15 por ciento.

Jaime Ruiz Sacristán, nuevo presidente de la ABMFoto Marco Peláez

–Mencionó que la asignación de crédito debe hacerse con cuidado. ¿Qué está haciendo la banca al respecto?

–Cada banco tiene sus políticas de crédito y sus formas de valuar los riesgos. Ellos definen a quién le prestan y a quién no. Un crecimiento muy acelerado del crédito puede ser peligroso. Hay que llevarlo a ritmos importantes en su porcentaje, pero razonables. Ya hemos visto muchas veces la película de crecimiento de crédito acelerado y no termina bien, no es un final feliz.

–¿Le parece razonable la forma en que la banca lo está haciendo ahora?

–Lo veo bien. Los bancos en México y también en el mundo han tenido estas lecciones en varias ocasiones y las hemos aprendido. Yo veo que hay un crecimiento y también veo que los bancos ejercen sus políticas de riesgo en forma muy sana.

–En los últimos dos años ha habido cambios importantes en la regulación y supervisión bancarias. Inició la operación de corresponsales bancarios o la banca móvil, entre ellos. Como presidente de la ABM, ¿cuáles son los cambios que buscaría impulsar?

–La más importante va a ser Basilea III (como se conoce a las reglas internacionales de supervisión bancaria elaboradas por el Comité de Basilea sobre supervisión bancaria después de la última crisis). Hay que adoptar esa nueva regulación, hay tiempos para adoptarla y me imagino que aquí lo vamos a hacer en el transcurso de este año y el que entra. Hay que ver las implicaciones de cada una de las regulaciones, pero por lo que hemos visto no va a ser una cuestión que va a afectar a la banca mexicana, porque hemos avanzado en varias cuestiones de Basilea y no lo vemos como un reto mayor. Pero hay que negociarlo y verlo con cuidado. Yo diría que esa sería la parte más importante de regulación que me va a tocar a mí en este periodo.