Washington, 8 de abril. Poco antes de que que venza el plazo para alcanzar un acuerdo sobre los recortes a implementar en el presupuesto de Estados Unidos, republicanos y demócratas lograron una solución de compromiso para evitar un cierre del gobierno, informó el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

El gobierno tendrá a disposición hasta el jueves los fondos necesarios para seguir funcionando y en ese tiempo el Congreso deberá aprobar el presupuesto para 2011, que termina el 30 de septiembre.

Boehner dijo que los republicanos y los demócratas llegaron a un acuerdo de corto plazo que les permitirá negociar los detalles del presupuesto la próxima semana.

Si no se hubiera resuelto esta disputa el Estado hubiese estado obligado a trabajar a mínimos en casi todas sus instituciones y cerrar numerosos espacios públicos como museos y parques nacionales; esto iba implicar además que los soldados estadunidenses recibieran su pago con retraso.

En total, se calculaba que el potencial cierre del gobierno afectaría a unos 800 mil empleados federales, quienes debían irse a casa sin sueldo si el Estado se quedaba sin fondos por falta de un acuerdo.

No es la primera vez que Estados Unidos se enfrenta a esta situación. Ya sucedió hace 15 años, al entonces presidente –también demócrata– Bill Clinton. Pero en aquella ocasión Estados Unidos no estaba sumido en una recesión.

La firma de inversión Goldman Sachs consideró que un bloqueo de fondos al gobierno que dure más de una semana costaría a la economía 8 mil millones de dólares en gasto federal perdido, lo que perjudicaría al crecimiento.

La disputa entre demócratas y republicanos es por recortes al presupuesto 2011, lo que derivó en que el Congreso aún no lo apruebe oficialmente, aunque el año presupuestario 2011 ya comenzó el primero de octubre del año pasado.