Muchas promesas oyeron los juveniles en Coapa al inicio del torneo Bicentenario. El técnico Jesús Ramírez dijo varias veces que confiaría en las fuerzas básicas y mencionó a Daniel Márquez y José Joaquín Martínez, mientras el director deportivo, Jaime Ordiales, explicó que por la confianza en la cantera no se contrató a refuerzos de renombre.

Consultado al inicio de la temporada, Ordiales reconoció que América no pretende cambiar su perfil, basado en figuras, porque tiene una exigencia mucho más grande que otros equipos, pero comentó que este 2010 se vislumbraba mejor para la cantera. “Los que más avanzados están son Ademar (Rodríguez), Tony (López), que es centrodelantero, y Michel (Gibrant), medio volante ofensivo. Se tiene mucha confianza en debutar a Manuel (García), lateral derecho, y a Patricio (Treviño)”, además de consolidar a Guillermo Cerda, Daniel Márquez, Enrique Esqueda y Torito Silva.

Sin embargo, transcurridas ocho jornadas, Shaggy Martínez ha jugado 27 minutos; Daniel Márquez acumula 92; Michel Gibrant sólo 12; Manuel García y Patricio Treviño no han debutado, mientras Antonio López es el único que jugó un partido completo y acumula 209 minutos, equivalentes a poco más de tres juegos.

Martínez lleva una medalla en el pecho con la fecha de su debut, porque no la recuerda. Fue en 2008... en agosto..., dice. Jala de una cadena y saca el colgante que su novia le regaló: el 24.

Mucho trabajó para llegar hasta allí y ahora, a los 22 años, acumula 15 transitando las divisiones del club. Relata que aún en las infantiles es difícil ganarse un lugar porque hay miles de jugadores; en un momento suben dos o tres con la tercera. Después, a segunda, a reservas y a la primera A. Luego, cuando llegaste hasta acá (primer equipo), traen a un extranjero o dos y todo se complica más.

El peregrinar de Martínez es el de muchos de jóvenes que luchan por un espacio en la primera división y, para mayor dificultad, eligen dar la batalla en un equipo como las Águilas, que contrata refuerzos extranjeros y de renombre. Para él, resistir es la premisa: el chiste del canterano es echarle ganas. Entrenar bien para responder cuando te den minutos y poco a poco ganarte la confianza.

–¿Has querido bajar los brazos y decir: me voy a un cuadro donde sí juegue?

–Para nada. Desde chico siempre quise estar aquí y ahora lucho por jugar un minuto o 100.

En su torneo debut tuvo 216 minutos, al siguiente la marca bajó a 131 y en el Apertura 2009 tan sólo 56. Cerca de tres años, unos mil días, lleva Martínez entrenando con los titulares y sólo ha jugado 400 minutos.

Admite: de repente sí te desesperas, pero en cualquier trabajo pasa lo mismo. Es un proceso que de repente se estanca, pero si bajas los brazos, pierdes.