Ligera alza en abril: 63% de estadunidenses aprueba su trabajo en la Casa Blanca
Ha cumplido varias promesas de campaña, pero no la de reconocer el genocidio turco en Armenia
Domingo 26 de abril de 2009, p. 28
Washington, 25 de abril. El presidente Barack Obama se mantiene firme en los sondeos de opinión luego de 100 días en la Casa Blanca, mientras los estadunidenses se siguen debatiendo en la recesión más severa desde los años 30.
Al menos 73 por ciento de los estadunidenses tienen una opinión favorable de su presidente, según una encuesta del Pew Research Center publicada al acercarse la fecha simbólica de los 100 primeros días de gestión.
El puntaje del presidente en referencia a su trabajo conoció asimismo una ligera alza en abril a 63 por ciento, contra 59 por ciento en marzo. En esta misma etapa de gobierno en 2001, su predecesor George W. Bush gozaba de un crédito de 56 por ciento, mientras que Bill Clinton obtuvo igualmente 56 por ciento en 1993.
La popularidad del mandatario no se ha visto alterada; los estadunidenses al parecer se mantienen convencidos de que Obama no hizo más que heredar la actual situación económica.
El Congreso estadunidense no puede decir lo mismo, con 34.3 por ciento de opiniones favorables contra 59 por ciento de opiniones desfavorables a comienzos de abril, según el sitio web RealClearPolitics, que estableció un promedio entre varios sondeos.
Según una encuesta de opinión CNN/Opinion Research Corporation de mediados de abril, la cuota de confianza en el mandatario estadunidense por su gestión de la economía (58 por ciento) representa más del doble de la cuota de confianza en los republicanos del Congreso (24 por ciento).
Por lo pronto, los medios de comunicación ya contabilizaron cumplidas las promesas que Obama hizo durante su campaña, entre las que están haber dado orden de retirarse al ejército estadunidense en Irak (en 2010 y dejando tropas de apoyo en el país invadido), ordenar el envío de dos brigadas más a Afganistán y pronunciar un discurso ante un gran foro musulmán
(fue realizado ante el Parlamento turco el 6 de abril).
Asimismo, puso fin a las restricciones de envío de dinero y viajes de cubano-estadunidenses a Cuba, creó un fondo de prevención ante embargos hipotecarios, autorizó la investigación con células madres de embriones humanos y nombró a algunos republicanos en su gobierno.
Sin embargo, el presidente estadunidense rompió su promesa de reconocer el genocidio del pueblo armenio, llevado a cabo por los turcos durante la Primera Guerra Mundial. Obama no habló de ese tema durante su reciente visita a Turquía y no pronunció la palabra genocidio
en la conmemoración de los hechos.
Además, no concedió un crédito de impuestos para las empresas que creen empleos ni prohibió a los lobistas trabajar para el gobierno en asuntos que hayan seguido en los dos años anteriores. Esto ya ocurrió en tres casos.
Entre las promesas que están en vías de consumarse se encuentra el cierre de la prisión en la base naval de Guantánamo, la abolición de la tortura, la reducción de los arsenales nucleares y la duplicación de ayuda al desarrollo a 50 mil millones de dólares antes de 2012, así como la anulación de las exenciones fiscales concedidas por la administración republicana de George W. Bush.