Nueva York, 25 de abril. Los Jets de Nueva York contrataron a Mark Sánchez como mariscal de campo para la temporada 2009 de la NFL. Luego de mucha especulación, el jugador, descendiente de mexicanos, fue seleccionado en el draft para corregir la línea ofensiva del equipo, lo cual acabó con el rumor de un supuesto interés de Broncos de Denver.

Sánchez fue quarterback de la Universidad del Sur de California (USC) sólo una temporada, pero durante ese tiempo sorprendió a entrenadores y buscadores de talento de la NFL. Diversas fuentes lo señalan como elemento clave para fortalecer la línea ofensiva, por lo que difícilmente quedaría rezagado como reserva.

La llegada del jugador de 22 años a las grandes franquicias del futbol americano era esperada con ansias por los aficionados mexicanos, sobre todo tras su actuación al frente de la USC en el tradicional Tazón de las Rosas, donde vencieron 38-24 a Leones de Nittany de la estatal de Penssylvania.

“Ser reclutado en el draft de la NFL es convertir en realidad un sueño y una meta”, dijo hace unos días el jugador nacido en Long Beach, California.

“Algunos expertos dicen que Matthew Stafford, de Georgia, es el mejor quarterback disponible, pero creo que ese lugar es mío. Tengo confianza en mí mismo y sé que voy a lograr muchas victorias en la NFL”, agregó, confiado en sus capacidades.

Sánchez es el resultado de una vida dedicada a los deportes; desde pequeño practicó disciplinas, pero siempre consideró la educación como parte fundamental en su formación, y la próxima semana se graduará en la USC.

He recibido el apoyo total e incondicional de mis profesores en la universidad, quienes comprenden la etapa que me está tocando vivir. Todos sin excepción han sido flexibles, lo que me ha permitido cumplir con mis entrenamientos, mis deberes académicos y las visitas a diversos equipos de la NFL, dijo días antes de su contratación con los Jets.