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En recuerdo del doctor Donato Alarcón Segovia
Señora directora: La tarde del 21 de diciembre murió Donato Alarcón Segovia. Pocas historias como la suya de pasión y devoción por la ciencia y por sus nichos -igual la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que El Colegio Nacional o el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ)-, y escasas igualmente fructíferas. Al poco tiempo de terminar su formación como reumatólogo se había metido a la puja por responder las grandes preguntas, y ha sido desde entonces referencia obligada entre los estudiosos de la inmunología alrededor del mundo. Creó una sólida y reputada escuela de reumatólogos, fue investigador, maestro y director del INCMNSZ, miembro destacado de El Colegio Nacional, de la Junta de Gobierno de la UNAM, ganador del Premio Nacional de Ciencias, investigador nacional y, por encima de todo, mexicano. Nunca dejó de estar actualizado en los temas fundamentales para su vida académica y cultural; fue motor de proyectos de ciencia básica -molecular- y clínica-, fue un pequeño coleccionista y gran amante de las artes, poseyó una hermosa mente incapaz de callar y fue, hasta el momento de su muerte, un ejemplo de dignidad.
Lo conocí hace unos seis años, hacia el final de mis estudios en la escuela de medicina. Le presenté mi proyecto de investigación de tesis (que llevaba meses en preparación) y 20 minutos bastaron para descomponerlo hasta sus elementos básicos y replantearlo completamente. Generoso del conocimiento, recuerdo las clases sobre lupus que nos daba a los residentes. Creo citarlo con precisión al inicio de cada una: "ƑDe qué quieren que les hable hoy?", lo que daba paso a una suculenta sesión que igual abarcaba fundamentos históricos que conceptos casi ininteligibles apenas descritos. Hace unos tres años nos enfrentamos a un problema médico de decisión terapéutica. Me dijo qué y cómo hacer para abordarlo; como el caso era por sí mismo difícil, y controversial su manejo, coronó sus recomendaciones con un "diles que Donato te dijo".
Cercano al poder -por su combinación de conocimientos, cultura universal, herencia y natural encanto de un gran conversador-, nunca abusó de él. Esta mañana acudimos al llamado de su memoria muchos más de los que él hubiera deseado. La academia ha resentido ya su ausencia. Infortunadamente no estaban allí representados ni la Presidencia de la República, ni la Secretaría de Salud, ni la coordinación de los institutos nacionales de salud. Es comprensible que las horas de su deceso coincidieran con las vacaciones decembrinas, pero entristece el hecho de que en el discurso oficial la ciencia aparezca como prioridad, algo sin traducción real. Igualmente obvia fue la falta de difusión por la prensa; ésta debió ser noticia de primera plana: "Ha muerto el más grande científico mexicano de su generación". Cosas superfluas, baladíes ocuparon sus planas.
Sergio Iván Valdés Ferrer
Concuerda con editorial de La Jornada
Señora
directora: Como profesionista del derecho les manifiesto que estoy de acuerdo
con el magnífico e ilustrativo editorial de este 23 de diciembre, muy
bien sustentado. Ojalá que todos los mexicanos lo leyeran y se enteraran
de la parcialidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ese auto
de admisión es una aberración jurídica, que cualquier incipiente
estudiante de derecho se daría vuelo impugnándolo. Y de seguro
que serán sometidos a juicios políticos los ministros que admitieron
la frívola e improcedente demanda de controversia constitucional. Que
no se nos olvide: la soberanía radica en el pueblo. El pueblo está
representado por la Cámara de Diputados; por ello, a esta cámara
le corresponde decidir cuál es el rumbo de la nación, no al Presidente,
quien debe atender lo que quiere el pueblo. No le den más vuelta a este
asunto: es el Presidente el que quiere suplantar la voluntad popular.
René Gastón Hernández S.
Demandan seguridad para organización social
Señora directora: Las organizaciones abajo firmantes deploramos el desalojo violento al plantón del Consejo Indígena Popular de Oaxaca, ya que consideramos que las nuevas autoridades estatales están obligadas a conducir hacia una vía de solución política los conflictos que varias organizaciones indígenas y campesinas tienen en el estado, particularmente la situación que guardan las comunidades organizadas en el CIPO-RFM.
Saludamos el gesto que el señor Raúl Gatica hace al regresar a su estado natal de Oaxaca, después de varias semanas de incertidumbre a consecuencia de las amenazas perpetradas por personal de seguridad del ex gobernador José Murat. A partir de los hechos ocurridos durante este día manifestamos nuestra preocupación por la seguridad de los miembros de esta organización, y particularmente de quienes han sido directamente amenazados, que a pesar de las medidas cautelares que concedió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su favor, no se han cumplido cabalmente.
En espera de que se encuentre con responsabilidad y justicia una salida dialogada que atienda de fondo las causas de este conflicto estaremos atentos al desarrollo de los acontecimientos, de la seguridad del señor Gatica y de los demás miembros de esta organización.
Atentamente.
Centro Nacional de Comunicación Social, Servicios y Asesoría para la Paz, Servicio Internacional de Paz, Comité Intercongregacional Justicia Paz y Vida, Jóvenes en Resistencia Alternativa, Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos
Pide que acudan a reparar su teléfono
Señora directora: El 17 de diciembre reporté mi teléfono aquí en Toluca, hoy es 23 de diciembre y no han venido a repararlo. Las damas que me contestan, además de prepotentes y groseras, se limitan a decirme que ya pasaron el reporte al técnico y que le haga como quiera.
Yo soy médico de niños, el servicio para mí es de primera necesidad; además, soy puntual en mis pagos.
Estoy escribiendo carta a Santa Claus y a cada uno de los Reyes Magos, a ver si me hacen favor de ayudarme. Recordando al Chapulín Colorado: "ƑY ahora quién podrá ayudarme?"
Atentamente
Ernesto Casco E.
A N U E S T R O S L
E C T O R E S
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