México D.F. Martes 18 de mayo de 2004
Asegura EU que "al fin" se encontraron huellas
de un arma de destrucción masiva
Asesinan en Bagdad al presidente del consejo de gobierno
iraquí
Explota coche bomba en la zona verde y provoca
9 muertos más, incluidos los dos atacantes
JUSTIN HUGGLER THE INDEPENDENT
Bagdad, 17 de mayo. El presidente del consejo de
gobierno iraquí designado por Estados Unidos, Izzedin Salim, fue
asesinado hoy lunes por un coche bomba en Bagdad. Este golpe devastador
a la política de la Casa Blanca en Irak fue asestado cuando faltan
escasas semanas para la fecha en que se planea "entregar soberanía"
a un nuevo gobierno designado por Washington.
Izzedin Salim fue asesinado a la entrada de la zona
verde, cuartel estadunidense en Bagdad que es el lugar mejor protegido
del país, pese a lo cual las fuerzas ocupantes fueron incapaces
de evitar el ataque.
Este lunes fue también el día en que los
estadunienses dijeron haber hallado al fin huellas de un arma de destrucción
masiva en el país. Informaron que una bomba sembrada al lado de
un camino, la cual estalló cerca de un convoy estadunidense, contenía
un proyectil que dejó escapar un poco de gas nervioso sarin, del
cual basta una gota para causar la muerte tras una agonía breve
y espantosa.
El
brigadier general Mark Kimmitt, principal vocero militar en Irak, expresó
que en su opinión los insurgentes que prepararon la bomba ignoraban
que contuviera ese agente nervioso.
Para que el artefacto dispersara el sarin habría
sido necesario dispararlo con una pieza de artillería. Se cree que
el proyectil era una reliquia perdida, que fue pasada por alto cuando Saddam
Hussein afirmó haber destruido sus armas químicas en el decenio
de 1990.
El desastre en que se está convirtiendo la ocupación
tiene símbolos más poderosos que los restos humeantes y retorcidos
de los automóviles que yacían este lunes a la entrada de
la zona verde.
Más de un año después de la caída
del régimen de Saddam Hussein, y 44 días antes de la planeada
"entrega de soberanía", los estadunidenses no pudieron proteger
al jefe de su gobierno designado, a las puertas mismas de su cuartel en
Bagdad.
La acción tiene todas las trazas de un atentado.
Los atacantes suicidas conocían la hora en que Salim estaría
expuesto durante el trayecto por una serie de puntos de revisión
para entrar en la zona verde. Según relatos de testigos,
un Volkswagen rojo esperaba afuera de uno de los puestos, y el conductor
detonó los explosivos cuando el coche de Salim pasó a su
lado.
"Todo lo que pude ver fue una bola de fuego que se elevaba
en el aire y después volaron miembros humanos por todas partes.
Los recogimos y algunos estaban quemados", refirió Abdul Razaq Abdul
Karim, jardinero que se encontraba en una calle cercana. Algunos testigos
hablaron de un segundo coche bomba.
Junto con Salim perecieron otros nueve iraquíes
en la explosión y el incendio subsecuente, incluidos los dos atacantes;
el calor que se irradió era tan intenso que derritió el pavimento
de la calle. Cinco de los que perecieron eran miembros de la comitiva de
Salim; otros dos pertenecían a las fuerzas de seguridad iraquíes.
Dos soldados estadunidenses resultaron heridos, junto con 14 iraquíes
y un egipcio.
Se atribuyó la responsabilidad un grupo desconocido
hasta hoy, el Movimiento de Resistencia Arabe, el cual aseveró que
el ataque fue realizado por las Brigadas al-Rashid, las cuales habían
dado muerte al "traidor y mercenario Izzedin Salim".
Salim es el funcionario iraquí de mayor rango que
ha sido asesinado durante la ocupación estadunidense. Es casi seguro
que se le escogió como objetivo por su papel de presidente del consejo,
organismo que fue conjuntado por los estadunidenses para dar una impresión
de participación iraquí en el manejo del país durante
la ocupación, pero sus facultades han estado estrictamente limitadas.
Pese a ello, con Salim son ya dos los miembros del consejo
que han sido asesinados.
Se supone que el consejo será desbandado y remplazado
por un nuevo gobierno de tecnócratas, como parte de la "entrega
de sobernía" del 30 de junio. La matanza de hoy parece ser una advertencia
de lo que aguarda al nuevo gobierno. Los miembros del consejo actual han
sido acusados en repetidas ocasiones por los iraquíes de ser "colaboracionistas",
la más reciente por su desastrosa decisión de sustituir la
bandera iraquí por una cuyo diseño semeja la enseña
de Israel.
Como los miembros del consejo no pudieron ponerse de acuerdo
en un presidente permanente, esa posición es ocupada cada mes por
un consejero distinto en forma rotatoria. La presidencia de Salim sólo
iba a durar este mayo.
El dirigente iba en camino a la reunión diaria
del consejo, dentro de la zona verde. Muchos de los otros integrantes
ya estaban dentro, en espera del principio de la reunión, cuando
escucharon que el presidente había sido asesinado, por lo cual tuvieron
que romper el orden del día para iniciar pláticas sobre la
crisis.
La
zona verde es un área enorme del centro de Bagdad alrededor
de los antiguos palacios de Saddam, en los cuales los estadunidenses tienen
su cuartel. Está acordonada por inmensos muros a prueba de explosivos,
hechos con bloques de concreto de 3 metros de alto.
Para entrar a la zona, Salim y otros miembros del consejo
tenían que pasar tres puestos de revisión, los dos primeros
tripulados por fuerzas de seguridad iraquíes y el tercero por soldados
estadunidenses. Todos los automóviles y pasajeros son sometidos
a minuciosa revisión en busca de armas y explosivos. Pero los atacantes
conocían el punto débil: los consejeros tenían que
hacer cola afuera para pasar el primer puesto. Se cree que por lo menos
otros dos consejeros pasaban por los puestos de revisión cuando
se produjo el ataque, pero resultaron ilesos.
La hora seleccionada para la acción sugiere que
los atacantes contaban con información interna. Se trata del más
reciente de una serie de ataques contra las fuerzas estadunidenses y sus
aliados iraquíes que dejan ver que quien los organiza cuenta con
información interna sobre los movimientos hasta de los personajes
de mayor jerarquía. Ha habido varios casos espectaculares en los
que la presunta víctima escapa por muy poco, entre ellos un ataque
con misiles a un hotel en el que se había alojado el subsecretario
de la Defensa, Paul Wolfowitz, y otro en el que los insurgentes fallaron
por escasos minutos en una emboscada contra el jefe de las fuerzas estadunidenses
en Medio Oriente, general John Abizaid.
El gobierno de George W. Bush enfrenta ya acusaciones
de que la "entrega de soberanía" será cosmética, con
tal de poder proclamar que la ocupación de Irak terminó meses
antes de la elección estadunidense de noviembre próximo.
Washington afirma que planea mantener sus fuerzas en Irak, sólo
que después del 30 de junio se quedarán por "invitación"
del gobierno que él mismo designe. El secretario de Estado, Colin
Powell, reveló el color del paño cuando declaró que
la entrega era "para que ya no se vea como una ocupación".
Salim era escritor y director de un periódico.
También era miembro fundador de Dawa, movimiento chiíta de
oposición que fue proscrito por Saddam Hussein, quien colgó
a muchos de sus miembros. En 1978 Salim se exilió en Kuwait. Irónicamente,
se le acusó de participar en un intento de asesinato contra el emir
de Kuwait.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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