Policías cuestionan el cerco a islámicos radicales en Madrid

Dos agentes policiales del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que el sábado pasado participaron en el cerco a seis islamitas radicales que se inmolaron en un deparatamento de Leganés, suburbio del sur madrileño, cuestionaron la forma en que se realizó el asalto al considerar que se pudo haber negociado y evitar el trágico desenlace.

Criticaron que no se hayan considerado otras alternativas, pues señalaron que había que esperar, llevar un traductor y cansarlos, pues se sabía que tenían explosivos. En declaraciones a una cadena radial privada, los agentes, que pidieron no ser identificados, exigieron fincar "responsabilidades", ya que actuó sobre "la vida de compañeros".

Por lo pronto, no se descarta que haya un séptimo activista muerto en la explosión del sábado en Leganés, mientras fuentes judiciales dijeron que el "núcleo central" que se inmoló tenía "suficiente material para un nuevo 11 de marzo", en alusión a los atentados contra tres trenes surbanos en Madrid, con saldo de 191 muertos y mil 400 heridos.

Las fuerzas de seguridad españolas detuvieron a un nuevo sospechoso en relación con los atentados del 11-M en un operativo cerca de Toledo, mientras que un juez ordenó el encarcelamiento por pertenencia o colaboración con un "grupo terrorista" a dos sospechosos detenidos el viernes y el martes.

En otro asunto y después de consultas de tres días con los partidos políticos representados en el Parlamento, el rey Juan Carlos propuso oficialmente este miércoles al líder socialista, José Luis Zapatero, como futuro presidente del gobierno español, cuya investidura tendrá lugar el 16 de abril.