México D.F. Martes 10 de febrero de 2004
Postales de India
ƑPuede convertirse en potencia económica una nación con la desigualdad social a flor de piel?
Luis Hernández Navarro
Tierra de elefantes
Una enorme elefanta recibe a los asistentes al Foro Social Mundial (FSM). Está acostumbrada a las multitudes. No forma parte de circo alguno, sino que proviene de un templo. Es 18 de enero en Mumbai, India. La sagrada paquiderma forma parte de una delegación que exige el control de la producción y el tráfico de armas de pequeño calibre. Al final del día los organizadores premian la paciencia del animal con abundantes y largos trozos de caña de azúcar. Una verdadera golosina.
Nada hay de extraño en encontrar paquidermos en una ciudad de India. Sobreviven hoy en día en su territorio más de 7 mil especímenes salvajes. Tanta importancia tiene este animal en la cultura del país, que hay quien considera que el mismo subcontinente indio se sostiene en los lomos de un elefante. No en balde era el tótem de la diosa Shiva. Mumbai mismo tiene una isla llamada Elefante en honor a una enorme escultura en piedra de un paquidermo, que fue trasladada hace poco al Museo del Jardín Botánico de Jija Udyan.
Pero no todo es armónico en la relación entre animal y hombre. Apenas el 20 de enero, en el estado de Meghalaya, también en India, un grupo de elefantes se emborrachó bebiendo abundantemente cerveza de arroz. Cuatro de ellos, completamente ebrios, embistieron unos postes con cables de alta tensión y murieron electrocutados. La tragedia pudo haber sido mayor, pues otros 20 paquidermos, igualmente briagos, se salvaron de casualidad.
En Meghalaya la explotación forestal ha agotado los bosques donde viven los paquidermos, forzándolos a cambiar de hábitat. En su nuevo territorio, los animales han encontrado grandes depósitos de cerveza de arroz, y se han aficionado a ingerirla. El pleito entre animales y humanos ha alcanzado niveles dramáticos. En los recientes dos años los elefantes mataron por lo menos 180 personas; en venganza, los pobladores han sacrificado 200 paquidermos.
Ciudad motorizada
El FSM se efectuó en las instalaciones de Bollywood, el imperio cinematográfico indio. Unas 900 películas al año se producen allí, el doble de las filmadas por Hollywood. Muchas son musicales. Laboran allí actrices como Aishwarya Rai, Señorita Mundo 1994. Fue jurado del Festival de Cannes en 2003 y es, de acuerdo con la revista inglesa HelloMagazine, la mujer más atractiva del mundo. La reina de Bollywood aspira ser la próxima chica Bond.
A pocos metros de distancia de la elefanta antiarmamentista está una enorme avenida. Multitud de automóviles, motocicletas y camiones con el volante del lado derecho tocan sus cláxones y buscan avanzar unos metros. Pareciera ser que no se puede ser buen conductor aquí si no se toca la bocina. Conducir requiere especial destreza para esquivar a otros vehículos, a los peatones que transitan por calles sin banquetas, a las vacas que cruzan sin avisar y a los perros.
Abrirse paso en Mumbai parece una hazaña. Circulan más de un millón 300 mil vehículos, esto es, 5 mil 338 automotores por kilómetro de camino asfaltado. A pesar de todo, se avanza entre bocanadas de aire contaminado y la sensación de que es inminente un accidente de tránsito. Cerca de 60 mil personas al año mueren en India por esa razón.
Como en casi todas las grandes ciudades, existen niños y ancianos con hambre, con enfermedades, que en las esquinas con semáforos meten la mano por las ventanillas de los coches para solicitar una limosna. Sin embargo, en sus semblantes parece haber más miseria que en los de otras latitudes. No es difícil adivinar de dónde vienen. En los costados de las grandes avenidas se levantan pequeñas viviendas de cartón o de materiales desechables. Allí viven los sin casa, los sin sanidad, los sin papeles, los sin educación, los sin nadie.
India es el país con más pobres en el mundo. Los cálculos más optimistas señalan que de una población de poco más de mil millones de habitantes, 350 millones viven por debajo de la línea de pobreza. Otros contabilizan 500 millones de seres humanos en esa condición.
A pesar de que es una nación autosuficiente en producción de granos y de que sus almacenes tienen millones de toneladas en reservas, dos tercios de los niños menores de cinco años están desnutridos.
En los últimos años se ha producido una epidemia de suicidios entre campesinos arruinados. Muchos se quitan la vida ingiriendo los plaguicidas que causaron sus deudas.
La lucha por la sobrevivencia no respeta edades. Algunos son afortunados porque tienen empleo, aunque no necesariamente sean adultos. India presenta la mayor cifra de niños que trabajan en el mundo. El gobierno contabiliza 17 millones; otros hablan de 44 millones; varias ONG señalan 100 millones. Desempeñan las tareas más rudas, insalubres e ingratas. Muchos mal viven en Mumbai.
Entre las urbes de mayor concentración poblacional Mumbai tiene un lugar muy especial. En la zona urbana la densidad era en 1991 de 46 mil 207 personas por kilómetro cuadrado y en la ciudad era de 18 mil 522 personas por kilómetro cuadrado. Unos 15 millones de seres humanos la habitan.
Es difícil ocultar esa escasez y hacinamiento. En las zonas más prósperas, alrededor de los grandes y lujosos hoteles, de los enormes edificios de la zona financiera, florecen villas de miseria, concentraciones de basura y aguas estancadas. Muchos de sus pobladores son dalit, los intocables.
Los dalit
Entre los recuerdos más vendidos en el FSM estaban unos sencillos chalecos negros de algodón con una leyenda escrita que dice: "Con los dalit, otro mundo es posible".
Los dalit son los jodidos de los jodidos, los sobrantes sociales del sistema de castas. Sólo en India suman entre 160 y 260 millones de personas. Viven también en países como Nepal, Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka.
El sistema de castas tiene alrededor de 3 mil años de existencia. La casta se determina por nacimiento. Originalmente existían, dentro de este sistema, cuatro castas organizadas jerárquicamente: la de los brahamanes (sacerdotes) o "dioses de la tierra"; la de los castrillas, que son soldados o administradores; los vaisiyas, formada por artistas y comerciantes, y la de los sudras, integrada por campesinos y trabajadores agrícolas. Bajo estos grupos se encuentran los dalit, los intocables, los impuros, los contaminantes, los que no tienen casta. Ni siquiera alcanzan a ser considerados parte de la sociedad, por más que la Constitución los reconozca.
Hoy en India no es infrecuente que si los dalit entran en un templo o sacan agua del pozo de una aldea se produzcan incidentes violentos en su contra. Si un integrante de la casta superior es tocado por un dalit se considera contaminado y debe someterse a rigurosos rituales para purificarse.
En el Mumbai del FSM esos mismos dalit, los intocables -los mejor organizados- se adueñaron de la reunión con sus cánticos, danzas, proclamas y su presencia. Se mezclaron con la multitud, convivieron con el resto de los delegados como lo que son: sus iguales; los saludaron y tocaron. Celebraron algo que sólo puede ser entendido como una fiesta de la dignidad. Anunciaron que otro mundo es posible sólo con ellos. Que se sepa, ningún delegado tuvo que limpiarse después de la convivencia.
En el país del software
En un mundo en el que la economía de las grandes potencias prácticamente no crece, India es excepción. Con China ha sido presentada por los Amos del Universo como un gigante económico en potencia y uno de los ejemplos exitosos de los programas de ajuste estructural. En los últimos años ha tenido un crecimiento económico sostenido de más de 5 por ciento del PIB anual, mientras su inflación ha sido de sólo 4.1 por ciento y sus reservas alcanzan 100 mil millones de dólares.
Una de las claves de su éxito es la elaboración de programas de cómputo. India es hoy uno de los colosos planetarios en la producción de software. Sus científicos no sólo han desarrollado bombas nucleares, sino también paquetes informáticos sofisticados. Sabeer Bhatia, inventor del Hotmail, que vendió su producto a Bill Gates, era indio. Son muchas las empresas de Europa y Estados Unidos que están suprimiendo empleos y reduciendo gastos en sus países para contratar ingenieros, programadores y técnicos en India.
El mundo de la computación, las patentes y los derechos de propiedad intelectual fueron parte de los debates del cuarto FSM. También de su funcionamiento diario. Más de 110 terminales de cómputo en la sala de prensa funcionaron con el programa Linux. Los organizadores fueron convencidos de no usar Microsoft. No podía ser de otra manera en un acto contra la globalización neoliberal. Linux es la expresión más popular del software libre, que brinda al usuario y desarrollador de computadoras control total y legalidad sobre el software que ejecuta. Sustituye las tecnologías existentes, con remplazos libres de barreras en costo y formas de uso, por formatos abiertos, seguridad y acceso total al funcionamiento interno de los sistemas utilizados.
Los avances en la industria informática india, tan difundidos en las publicaciones empresariales, ocultan en ocasiones el hecho de que su participación en el mercado mundial es aún limitada: las exportaciones de programas de cómputo representan menos de 3 por ciento de las ventas mundiales y 2 por ciento del ingreso nacional, y pocas empresas logran ingresar en el circuito de alto valor agregado.
La propaganda tampoco da cuenta de que, pese al despegue tecnológico, el acceso de los ciudadanos de ese país a la Internet es sumamente limitado. Según el Libro de hechos de la CIA, existen apenas 7 millones de usuarios. Ello no ha impedido que el gobierno conservador de este país quiera poner restricciones al uso de este servicio. Tres mil cibercafés en Mumbai, a los que asisten 1.5 millones de clientes, se verán obligados a exigir a sus parroquianos documentos de identificación con fotografía y domicilio. El Ejecutivo ha pedido que grupos de discusión de Yahoo! sean bloqueados.
El crecimiento más acelerado de la economía se ha producido, sin embargo, en otro sector: el de los centros de atención telefónica. Más de 170 mil personas, en su mayoría mujeres, laboran allí. La actividad genera ingresos anuales por 2 mil 300 millones de dólares. Según el Wall Street Journal esa actividad es "el eje de un cambio en India", pues "en ningún otro lugar - afirma- se está dando una transformación cultural tan intensa como entre los trabajadores de los centros de llamadas. La mayoría son menores de 30 años y pasan la noche trabajando para empresas como American Express, Dell y Citigroup".
Los jóvenes que atienden consultas telefónicas de todo el mundo tienen jornadas de entre 12 y 14 horas diarias. Reciben un salario de 150 dólares mensuales. Para no despertar suspicacias entre los consumidores, se ven obligados a cambiar el nombre con el que se presentan en público (Linda en lugar de Vandana) y a familiarizarse con el clima, la moda o las películas de los países con los que se comunican. En suma, para ser exitosos, los hijos de la liberalización económica tienen que desarraigarse y adquirir una modernidad basada en la cultura de consumo occidental.
Muy pronto, este traslado de empleos de países desarrollados a India abarcará una nueva rama económica: la farmacéutica. Pfizer, Merck, Abbot, GlaxoSmith-Kline y Novartis se disponen a utilizar los bajos costos de investigación y mano de obra en este país para reducir costos en la producción de nuevas medicinas.
Según el Banco Mundial, India es también primer lugar en el envío de divisas. Casi 20 millones de indios repartidos por el mundo mandan a su país anualmente más de 10 mil millones de dólares. País de paradojas, es, también ocupa también el sexto lugar por númerode migrantes provenientes de otras naciones.
India ha sido percibida como amenaza por quienes en países como Estados Unidos sufren los efectos de la deslocalización, es decir, del traslado de empleos a países en vías de desarrollo. La alarma es tal que analistas de instituciones conservadoras como Alan Reynolds, del Instituto Cato, han tenido que entrarle a matizar el tamaño del desafío indio para salvaguardar el modelo globalizador. De acuerdo con el investigador, India sólo provee 1.4 por ciento de las exportaciones mundiales de servicios; ocupa el lugar 21 entre los exportadores mundiales de servicios y en bienes es el 30; tiene un déficit comercial de casi 8 mil millones de dólares, y sus importaciones crecieron 20 por ciento en 2003.
Para apoyar su argumentación, Reynolds cita un estudio de Morgan Stanley que concluye: "Se estima que las inversiones privadas corporativas [en India] han disminuido 4.7 por ciento del PIB en 2003. En 1996 representaron 9.6 por ciento del PIB. De abril a septiembre de 2003, las inversiones extranjeras directas han disminuido 63 por ciento, comparadas con igual periodo el año anterior".
Potencia nuclear y tecnológica, territorio con 14 conflictos armados internos, nación con la mayor cifra de pobres en el planeta y un oprobioso sistema de castas, tierra en la que los elefantes se emborrachan y mueren electrocutados, India es un país con un futuro enigmático. Más allá de la propaganda de las corredurías internacionales, Ƒpuede convertirse en potencia económica un país con tantas desigualdades sociales?
|