México D.F. Martes 10 de febrero de 2004
Se conmemora en Chapultepec la Marcha de la
Lealtad en su 91 aniversario
El titular de la Sedena exige respeto para la investidura
presidencial
JESUS ARANDA Y ROSA ELVIRA VARGAS
El secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo
Clemente Vega García, salió al paso a las críticas
y comentarios sobre el Ejecutivo federal y demandó respeto a la
investidura presidencial, al conmemorarse ayer la Marcha de la Lealtad
en su 91 aniversario.
Ante el presidente Vicente Fox, representantes de los
tres poderes de la Unión y miembros del gabinete, Vega García
llamó a "ser más justos, más respetuosos con las instituciones,
más comprensivos, más tolerantes, más disciplinados
y más solidarios". En suma, subrayó, "ser más democráticos
y leales con nuestra patria".
Orador principal en el acto que se desarrolló en
el alcázar de Chapultepec, el militar refrendó la lealtad
"incondicional" de las fuerzas armadas a su comandante supremo y a la institución
que representa, al tiempo que destacó que la democracia es un bien
colectivo "cuya cuna es la legitimidad", la cual es resultado de la voluntad
del pueblo al elegir a sus gobernantes.
Con
tono enérgico, el general sostuvo que la lealtad es un valor permanente,
que no es posible manipular "a conveniencia ni en beneficio de intereses
coyunturales.
"Quienes hablan de lealtad únicamente cuando les
va bien y la desechan cuando no responde a sus fines manejan un lenguaje
desafortunado, incongruente con los valores, los ideales y la acción
misma de la verticalidad castrense."
Dejó en claro que la lealtad de un hombre de armas
"no se negocia", sino se mantiene y perdura tanto en los tiempos buenos
como en los adversos, porque de no hacerlo los militares faltarían
al honor, al respeto y al juramento hecho a la bandera.
El que por intereses personales sesga el valor de la lealtad,
advirtió, no merece portar el uniforme de la patria, como ya aconteció
con el general Victoriano Huerto (en 1913), quien traicionó la confianza
de su comandante supremo.
En su discurso, el militar hizo una comparación
entre la labor de Fox y la de Francisco I. Madero, al asegurar que "el
Presidente de México ha templado su ejercicio político en
la fidelidad a los principios históricos de la democracia, heredados
por el héroe revolucionario.
"Hace 91 años", continuó, "un presidente
mexicano que creyó en el poder de la palabra, en el respeto de las
ideas y en la dignidad del otro fue traicionado arteramente por la perversa
maquinación entre grupos de traidores corrompidos, ambiciosos de
poder", que se conjuraron para malograr la naciente vida democrática
que Madero había hecho posible.
Madero, dijo, prefirió siempre conceder un voto
de fe a la nación antes de permitir que entraran los vientos de
la desconfianza y la suspicacia. El general sostuvo que en este siglo la
figura del presidente Madero "se agiganta" y las dimensiones de la institución
presidencial que heredó adquieren plena vigencia.
Recordó que en 1913 el presidente Madero, acompañado
de cadetes del Heroico Colegio Militar, miembros de su gabinete y ciudadanos
en general, marchó precisamente del castillo de Chapultepec hacia
el Zócalo capitalino, con el sueño de cristalizar "un México
más democrático, más progresista". Imagen, concluyó,
que sigue presente en la conformación de la identidad nacional.
Respecto al papel que juega el Ejército en la actualidad,
el secretario de la Defensa Nacional señaló que unas fuerzas
armadas "sin virtudes ni valores" generan sólo espadas sin propósito.
Las fuerzas armadas, planteó, aceptan su responsabilidad de custodiar
"la fragua donde se templa la lealtad a la patria", porque para el soldado
mexicano la lealtad "trasciende la mera defensa territorial al vínculo
que establecemos en diversas actividades para la defensa de la soberanía
y garantizar el orden interno, como lo marca la Constitución".
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