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México D.F. Sábado 17 de enero de 2004
OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA EDUCACION
Comunicado No. 115
Presupuesto educativo 2004
Reasignaciones aseguran mayores recursos
Conacyt, recortado en 8.1 por ciento
COMO YA ES COSTUMBRE, el Presupuesto de Egresos
de la Federación (PEF) se definió los últimos días
del año en medio de un cerrado debate en la Cámara de Diputados,
caracterizado en lo fundamental porque busca dirimir el proyecto de país
que desea cada fracción política. Sin embargo, como el tiempo
es acotado para discutir estas diferencias, se tuvieron que decidir con
bastante premura las prioridades y el monto de los diversos rubros del
gasto público para el año actual. A partir de ello, Observatorio
discute dos puntos relacionados con los recursos destinados al sistema
educativo en 2004. Por una parte, la prioridad presupuestal que se otorga
a la educación, para lo cual se compara la magnitud de los recursos
asignados respecto a los asignados los dos años anteriores, en algunos
de los ramos más importantes del sector educativo; y, en seguida,
la medida en que se ha reducido la discrecionalidad al asignar los recursos
a este sector.
RECURSOS ASIGNADOS AL SISTEMA educativo. Aunque
el monto del PEF 2004 generó amplia inconformidad entre los diputados
(que en su mayoría lo calificaron de "austero"), fue aprobado con
370 votos a favor, 93 en contra, 6 abstenciones y 27 ausencias (74.6, 18.8,
1.2 y 5.4 por ciento de los votos, respectivamente). El monto total del
PEF asciende a un billón 650 mil millones de pesos. En términos
reales (pesos de 2004) se incrementó en aproximadamente 32.9 mil
millones de pesos. El aumento relativo correspondiente asciende a 1.6 por
ciento con respecto al año anterior, el cual es menor al experimentado
entre 2002 y 2003, que fue de 3 por ciento. En relación con el PIB
estimado para 2004, el PEF representa 23.3 por ciento. Esta proporción
es muy similar a la de 2003, que fue de 23.2 por ciento, y sigue aún
por debajo de la de 2002 en que alcanzó 23.8 por ciento.
EN CUANTO AL GASTO EDUCATIVO, y considerando sólo
los ramos 11, 25, 33 y 38, se observa que los tres primeros experimentaron
un aumento real de sus recursos con respecto a los del año anterior.
En el ramo 11, que corresponde al gasto de la SEP, los recursos aumentaron
0.5 por ciento. En el ramo 25 -previsiones y aportaciones para los sistemas
de educación básica, normal, tecnológica y de adultos-
el aumento fue de 17 por ciento. Por su parte, en el ramo 33, que comprende
las aportaciones federales para los estados y municipios, clasificadas
en dos fondos, en el primero, el Fondo de Aportaciones para la Educación
Básica y Normal, el incremento fue de 1.3 por ciento, y en el segundo,
destinado a la educación tecnológica y de adultos, fue de
0.5 por ciento. Por último, el único ramo que experimentó
una reducción real de sus recursos fue el 38, correspondiente al
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en aproximadamente
8.1 por ciento.
AL CONSIDERAR EN SU CONJUNTO los cuatro ramos mencionados
no se aprecian en términos relativos cambios importantes en la composición
del PEF, puesto que durante el periodo comprendido entre 2002 y 2004 su
porcentaje oscila entre 18.4 por ciento y 18.8 por ciento. Tampoco se aprecian
cambios sustanciales al tomar como referencia el monto del PIB, dado que
el porcentaje de recursos asignados a estos ramos fluctúa entre
4.36 por ciento y 4.39 por ciento. Por su parte, al considerar a los ramos
por separado, los cambios relativos más relevantes se presentan
en los ramos 11 y 25, mientras que el primero disminuye paulatinamente
su participación porcentual con respecto al PEF y al PIB, el segundo
aumenta su participación también de forma paulatina en los
tres años considerados.
TOMANDO DE FORMA AGREGADA los cuatro ramos, se
observa, en suma, que los recursos destinados a la educación en
2004 presentan un crecimiento real de aproximadamente 2 por ciento, equivalente
a 6.2 mil millones de pesos. Sin embargo, este aumento no se refleja en
términos relativos, dado que no se aprecian cambios sustanciales
en su peso porcentual, tanto al considerar el monto total del PEF como
el del PIB. Además, cabe llamar la atención sobre dos aspectos
en particular: el primero consiste en señalar que el aumento que
experimentó el área educativa resultó inferior al
del año anterior, que fue de 2.4 por ciento; y el segundo en mencionar
que no se perciben cuáles fueron los criterios en que se basaron
los diputados al distribuir los recursos educativos. Es decir, no se observan
cuáles fueron las bases sobre las que decidieron otorgar un incremento
de los recursos destinados al ramo 25 ni las que condujeron a la reducción
de los destinados al ramo 38. Este último considerado fundamental
para el desarrollo científico y tecnológico del país.
¿FUE PRIORITARIA LA EDUCACION en la asignación
del PEF 2004? Considerando el monto que finalmente se destinó al
sector educativo en el PEF 2004, es factible pensar que la educación
fue una de las prioridades en la asignación del gasto público
(como en general ha sido señalado en los medios de información).
No obstante, cabe resaltar que, descontando los recortes iniciales al gasto
educativo, fue a través de las reasignaciones realizadas al presupuesto
en los últimos momentos de su elaboración como se consiguió
que los recursos aumentaran en aproximadamente 6.5 mil millones de pesos,
en comparación con los inicialmente solicitados por el Poder Ejecutivo
(La Jornada, 02/01/04). De esta forma, si no hubiesen sido aprobados
los cambios al presupuesto, muchas de las áreas del ramo educativo
contarían con menos recursos que en el año que finalizó.
ALGUNAS AREAS BENEFICIADAS por las reasignaciones
corresponden a la educación media superior y a las becas del programa
Oportunidades, que obtuvieron recursos adicionales por mil 776 millones
de pesos y 500 millones de pesos, respectivamente, así como el nivel
superior, puesto que instituciones como la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN)
aumentaron sus recursos por esta vía en 400 y 200 millones de pesos,
respectivamente. Asimismo se destinaron mil millones de pesos más
al sistema de educación superior tecnológica.
OTRO ASPECTO QUE DESTACA para este nivel es la
creación del Fondo de Equidad para las Universidades al que se destinaron
815 millones de pesos, los cuales serán distribuidos entre las universidades
públicas en donde el costo por alumno se ubique por debajo de la
media nacional. No obstante, cabe señalar que los diputados de manera
inusual se tomaron la atribución de asignar puntualmente los recursos
de este fondo a nueve universidades de los estados, pasando por alto que
existen instancias que bajo criterios y reglas de operación establecidos
han sido las encargadas de distribuir los recursos destinados a fondos
generales. En este sentido ha correspondido a la Subsecretaría de
Educación Superior e Investigación Científica (SESIC)
distribuir recursos adicionales a las universidades mediante diversos programas
de apoyo, tales como el Programa Institucional de Formación de Investigadores
(PIFI), Fondo para la Modernización de la Educación Superior
(Fomes), Programa Nacional de Becas para Estudios Superiores (Pronabes),
Programa de Ayuda al Desarrollo Universitario (Proadu), por mencionar algunos.
Asimismo, se puede considerar que esta acción de los diputados va
en contra de las medidas promovidas por la Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) a fin
de establecer un modelo de asignación financiera con criterios avalados
por los rectores de las universidades públicas.
AUNQUE LOS RECURSOS destinados al sector educativo
resultaron mayores a los del año anterior todavía existe
amplia discrecionalidad en la distribución de los mismos, puesto
que una parte importante del monto aprobado para las diferentes ramas y
programas de gobierno se definió con premura y sin criterios claros
en los últimos momentos del ejercicio fiscal, razón por la
cual probablemente no se tomaron las debidas previsiones sobre los efectos
que pueden ocasionar en el desarrollo social y económico del país
las áreas que sufrieron recortes en su presupuesto, como es el caso
del Conacyt.
DADO QUE LA REFORMA FISCAL propuesta por el gobierno
fue rechazada y debido a la incertidumbre sobre el nivel de crecimiento
de la economía mexicana en 2004 los recursos públicos fueron
inferiores a lo esperado, al menos por el Poder Ejecutivo. Por ello el
debate sobre la forma en que serían distribuidos los recursos disponibles
adquirió mayor importancia en la Cámara de Diputados, dado
que bajo estas circunstancias el incremento de algún ramo o programa
en particular podría implicar el decremento en otros.
PUESTO QUE LOS RECURSOS públicos con los
que cuenta el país son escasos y que las necesidades son amplias
y diversas, es necesario continuar el análisis sobre la forma como
se han venido distribuyendo los mismos. Para ningún sector en particular
resulta benéfico enfrentar la incertidumbre sobre la magnitud de
los recursos con que podrá contar al año siguiente, los cuales
afectan decididamente su funcionamiento y planes de desarrollo. Por ejemplo,
aunque el área educativa resultó beneficiada este año,
no hay elementos que aseguren que podrá contar con recursos suficientes
el próximo, incluso no hay bases que permitan prever la forma en
que se podrá cubrir la meta de destinar 8 por ciento del PIB a esta
área en 2006. Es prioritario reflexionar en la necesidad de establecer
un modelo de asignación presupuestal consensuado entre los actores
que intervienen en la elaboración del PEF, que permita disminuir
tanto enfrentamientos entre los partidos políticos y el gobierno
federal, como el nivel de incertidumbre que enfrentan cada año las
distintas instituciones, dependencias y sectores que dependen del gasto
público.
INTERROGANTES. ¿Qué mecanismos sería
necesario instrumentar para evitar la discrecionalidad y premura con la
que los diputados distribuyen los recursos públicos en los últimos
momentos del ejercicio fiscal? ¿Cómo evitar que los diputados
tomen incluso atribuciones que no les corresponden al asignar puntualmente
recursos destinados a fondos generales, cuya distribución corresponde
a otras instancias que han sido avaladas para ello? ¿Por qué
si para el Ejecutivo federal la educación ha sido una prioridad,
discursivamente reiterada, la Secretaría de Hacienda insiste en
reducir cada año los recursos asignados al sector educativo? ¿Cómo
asegurar los recursos destinados a la educación y hacer factible
la meta de destinarle 8 por ciento del PIB para 2006, sin afectar áreas
que también resultan fundamentales para el desarrollo económico
y social del país
Todos los ciudadanos están cordialmente invitados
a sumarse a nuestra iniciativa. Favor de enviar sus nombres con sus datos
de localización e identificación al correo electrónico:
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