México D.F. Sábado 17 de enero de 2004
Con Brasil, Argentina y Venezuela pudo proponer
opciones al modelo de integración de EU
Lamentable, el papel de México en la Cumbre
de las Américas: expertos
Con sus posiciones en torno a Chávez y su apoyo
al ALCA, Fox confirmó su alineación a la política
de Washington, indica académico de la Facultad de Economía
de la UNAM
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La Cumbre Extraordinaria de las Américas, celebrada
esta semana en Monterrey, fue una ''ocasión perdida'' para que México
uniera estrategias con Brasil, Argentina y Venezuela en la conformación
de un bloque unido para oponer una alternativa al modelo de integración
económica y política impulsado por Estados Unidos, opinaron
expertos universitarios.
''Estados
Unidos logró su propósito de imponer el Area de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) e incrementó su capacidad de control
sobre sectores estratégicos de la región'', resumió
Arturo Huerta, profesor de posgrado de la Facultad de Economía de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al hacer
un balance sobre la cumbre, que el lunes y martes pasados reunió
a jefes de Estado y de gobierno, así como a cancilleres, de todos
los países del continente, menos Cuba.
La Declaración de Nuevo León, firmada
por los gobiernos de los 34 países que asistieron a la cumbre, ratifica
la fecha de entrada en vigor del ALCA en enero del próximo año,
como desea Estados Unidos, y establece vagos compromisos para reducir la
pobreza en la región y abatir el costo de las remesas de dinero
hechas por trabajadores residentes en Estados Unidos a sus familias en
Latinoamérica.
Huerta, quien participó este viernes en una conferencia
de prensa organizada por la Facultad de Economía para hacer un balance
de la cumbre, opinó que en Monterrey se confirmó el alineamiento
de la política exterior mexicana con Washington y la separación
de México de las estrategias de integración impulsadas por
los gobiernos de Brasil, Argentina y Venezuela, que marcan una línea
de independencia frente a la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, logró
imponer su agenda en Monterrey, pero al mismo tiempo consiguió que
prácticamente todos los gobiernos del continente -con excepción
de los tres mencionados- apoyaran sus intereses en el área, opinó
Huerta. Calificó de "lamentable" la posición jugada por el
presidente Vicente Fox en la cumbre, de sumarse a la injerencia de Washington
en la política interna venezolana y también de apoyar sin
ningún tipo de reflexión el calendario de creación
del ALCA, que según desea Estados Unidos deberá entrar en
vigor en enero de 2005.
''Desde hace tiempo, México dejó de ser
un líder en América Latina. Pero la actitud del presidente
Fox de subordinar el país a Estados Unidos provoca una mayor pérdida
de relevancia, sobre todo cuando en la región se están construyendo
liderazgos fuertes como Brasil, Argentina y Venezuela", apuntó.
El especialista consideró que tan lamentable como
la subordinación del presidente Fox a las estrategias de Estados
Unidos es la ausencia de respuesta de sectores sociales mexicanos para
condenar esa actitud y forzar a una rectificación.
''No sólo es lamentable el servilismo de Fox, sino
también que no hay una respuesta efectiva de los partidos políticos
y de la sociedad ante esta postura que hoy aísla a México
de América Latina y aleja al país de un proyecto propio de
desarrollo", abundó Huerta.
En la misma conferencia, Alfonso López-Chau, decano
de la Universidad Nacional de Ingeniería de Perú y jefe de
posgrado de economía en esa institución, dijo que en la mayoría
de los países latinoamericanos la clase política tradicional
no está ofreciendo propuestas viables para desarrollar las economías
nacionales y, en lugar de ello, propicia una subordinación cada
vez mayor a los intereses estadunidenses.
Dijo que para hacer frente a la falta de propuestas alternativas,
la región requiere de una alianza entre empresarios nacionalistas,
trabajadores y académicos para construir una estrategia económica
que integre a los países a las corrientes de la globalización,
pero en términos más favorables a los de ahora.
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