México D.F. Jueves 8 de enero de 2004
Icomos dictaminó que las obras atentaban contra ''su unidad visual''
La suspensión de Plaza Jaguares evitó recuperar el sitio prehispánico según el plan del INAH
CARLOS PAUL
En 1992 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instrumentó un proyecto -de seis programas- de recuperación para Teotihuacan, la zona arqueológica más visitada del país.
Con presupuesto de 37.5 millones de pesos, cinco de los seis programas se cumplieron. Sin embargo, el sexto que involucraba la construcción del centro comercial Plaza Jaguares debió ser suspendido.
Ese programa intentó, en 1995, atender a los cerca de 270 vendedores concesionados por el INAH, 400 ambulantes y 26 puestos de comida que carecían de servicios sanitarios.
Plaza Jaguares era un terreno particular ''ofrecido al INAH por el propietario (Isaac Hilú) para establecer allí locales para los ambulantes" -según la explicación del proyecto a cargo del instituto.
El centro comercial incluía la construcción de un estacionamiento para 400 automóviles y 20 autobuses, así como 300 locales para ambulantes.
El problema del ambulantaje
Las protestas de vecinos y comerciantes de siete municipios circunvecinos, así como las recomendaciones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos por sus siglas en ingles), que comprobaron la existencia de vestigios arqueológicos en esa zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, lograron la suspesión de las obras.
Icomos dictaminó que las obras de Plaza Jaguares ''atentan contra la unidad visual de la zona alterándola y viola las disposiciones y normas internacionales en materia de protección del Patrimonio Monumental".
Asimismo la instancia internacional deploró ''la falta de estudios de madurez del proyecto urbano y arquitectónico para la construcción de ese centro comercial".
Respecto del ambulantaje, el organismo dependiente de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) enfatizó:
''El problema es producto de una inexistente (o en el mejor de los casos inadecuada) reglamentación del uso y aprovechamiento del suelo del área.
''Se opina que el problema del comercio informal no se resuelve sólo construyendo locales para ubicar a los vendedores. Hace falta una normatividad complementaria que evite que a futuro se desborde el ambulantaje.
''Se sugiere que junto a una reglamentación específica, se expida un bando que evite el asentamiento de vendedores ambulantes dentro del perímetro de la zona arqueológica."
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