México D.F. Jueves 8 de enero de 2004
La tasa de desocupación abierta en AL
en 2003 se ubicó en 11%, precisó
México, con retroceso en empleo, califica la
OIT; sigue en ascenso la precariedad
La situación de mujeres y jóvenes tiende
a agravarse, consigna en un informe
FABIOLA MARTINEZ
En
América Latina continúa en ascenso la precariedad del empleo
y la mayoría de las plazas nuevas se han generado en el sector informal,
sin prestaciones sociales básicas, advirtió la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
En el informe Panorama Laboral 2003 precisa que
la tasa de desempleo abierto en la región se ubicó -al tercer
trimestre del año pasado- en 11 por ciento (equivalente a 19 millones
de trabajadores urbanos), apenas dos décimas menos que en el mismo
periodo de 2002.
Es decir, señala, "aun cuando aumentó en
algo el empleo, el mismo es de peor calidad, la desocupación femenina
tiende a agravarse y casi uno de cada tres jóvenes están
desempleados". Con lo anterior se prevé sólo una leve mejoría
para este año, al llegar a un nivel de desocupación de 10.7
por ciento, semejante al registrado en 2002.
Junto con Brasil, México fue clasificado en los
países con "retroceso moderado", con un "mal desempeño" en
tasas de desempleo, caída en la productividad e incremento en la
informalidad "sopesado por un mejor comportamiento del salario industrial".
Respecto al salario mínimo, el organismo destaca
que en el año que concluyó los trabajadores mexicanos con
ese nivel de ingreso perdieron 0.3 por ciento de su poder adquisitivo;
no obstante, al final del año pasado, las cifras oficiales mexicanas
revelaron un retroceso de 0.9 por ciento, con lo que el indicador referido
acumuló un desplome de 71 por ciento de 1988 a la fecha.
A nivel regional, el minisalario se contrajo 1.6 por ciento,
aunque en naciones como Venezuela y Uruguay la caída fue mayor al
15 por ciento.
Además, sólo 20 por ciento de los asalariados
mexicanos declaró recibir alguna prestación de seguridad
social, situación similar en Bolivia, Ecuador, Guatemala y Nicaragua.
Ante ello, el organismo subraya que el esquema de protección social
no es acorde con la dinámica laboral en la que cada vez hay menos
empleos formales y estables.
Guillermo Miranda, representante de la OIT en México,
informó que en nuestro país el sector informal se encuentra
saturado porque no resuelve siquiera la subsistencia de corto plazo y,
en cambio, "sí es un factor de perpetuidad de la pobreza".
La creación de "changarros" o micronegocios, dijo
en conferencia de prensa, no tiene nada de malo, siempre que se generen
las condiciones para que esas empresas se inserten en el mercado formal
y se mejore la calidad de sus empleos.
En la décima edición anual del Panorama
Laboral uno de los temas de mayor preocupación fue la crítica
situación por la que atraviesan los jóvenes, cuyas tasas
de desocupación duplican el rango promedio en casi todos los países
de América Latina. En México, este indicador se colocó
casi en seis por ciento, mientras que el nivel de desocupación abierta
rondó el 3.8 por ciento de la población económicamente
activa.
"El sombrío balance corrobora nuestra preocupación
por el desempeño del modelo de desarrollo aplicado desde los años
90 que se ha caracterizado por dejar de lado los efectos sociales de las
políticas", manifestó Agustín Muñoz, director
regional de la OIT.
Desde 1990, América Latina se caracteriza por el
aumento de la "informalización" del empleo porque de cada 10 nuevos
puestos generados, aproximadamente siete son precarios y de éstos,
cuatro tienen acceso a servicios médicos y sólo dos cuentan
con protección social.
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