México D.F. Jueves 8 de enero de 2004
Crea una subclase de trabajadores, dice la AFL-CIO
Defensores de migrantes, decepcionados con el plan
AFP
Washington, 7 de enero. Grupos de defensa de inmigrantes de origen hispano expresaron su decepción con la propuesta migratoria del presidente George W. Bush, a la que consideran una estrategia electoral que no provee un camino para la legalización permanente de millones de indocumentados residentes aquí.
La propuesta de Bush legalizaría temporalmente a cerca de 8 millones de indocumentados que ya trabajan en Estados Unidos, la mitad de ellos mexicanos.
El anuncio "es, en el mejor de los casos, una promesa hueca, y en el peor, una artimaña política dirigida a inmigrantes vulnerables y a aquellos de nosotros que nos preocupamos profundamente por ellos", afirmó Raúl Yzaguirre, director del Consejo Nacional La Raza (CNLR), la mayor organización de defensa de los hispanos en Washington.
"Estamos profundamente decepcionados porque no se trata de una legalización, sino de la creación de un nuevo programa de trabajadores temporales", dijo Michelle Waslin, del CNLR.
Bush prometió durante su primera campaña electoral que emprendría una reforma migratoria, pero sus planes, alentados por el presidente mexicano Vicente Fox, cayeron en el olvido tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando Washington apostó por reforzar sus fronteras para mejorar la seguridad.
"Hasta que no demos a la gente la oportunidad de pertenecer realmente a este país (...) no creo que tengamos un sistema migratorio que sirva a los intereses de la nación", señaló Angela Kelly, vicedirectora del Foro Nacional de Inmigración.
Si es aprobado por el Congreso, el programa también aumentaría la cantidad de permisos de residencia y trabajo permanente otorgados anualmente, aunque se desconocen los detalles de cuán grande sería el aumento y a quiénes beneficiaría.
"Esto no es una solución, sino un curita", lamentó Gabriela Lemus, de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos.
La propuesta de Bush "es una promesa hueca para indocumentados que trabajan duro (en este país), gente que busca emigrar a Estados Unidos y trabajadores estadunidenses por igual", señaló John Sweeney, presidente de la central sindical AFL-CIO. La propuesta "crea una subclase permanente de trabajadores que no podrán participar totalmente en la democracia", agregó.
Acerca de las perspectivas del programa, Waslin consideró que "para que el Congreso apoye una propuesta migratoria se requiere apoyo bipartidario" y este plan no lo tiene. En tanto, Kelly manifestó que "a menos que sea mejorado y haya serios auspiciantes detrás", el Congreso no aprobará la propuesta de Bush.
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