México D.F. Jueves 8 de enero de 2004
Le falta calendarización y una iniciativa formal, dice
El proyecto responde al momento político electoral, sostiene Meissner
GEORGINA SALDIERNA
La ex comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN) de Estados Unidos, Doris Meissner, se refirió ayer al programa de trabajadores temporales que anunció el presidente George W. Bush, y llamó la atención sobre el hecho de que el mandatario no fijó calendarización alguna para la concreción de su proyecto ni aclaró si enviará una iniciativa en la materia al Congreso estadunidense o si se utilizarán las que ya existen en el Senado y en la Cámara de Representantes.
La funcionaria en tiempos del presidente William Clinton agregó que en Estados Unidos existen sospechas de que el proyecto de Bush responde al momento electoral y político que se vivirá en aquella nación en los próximos días. Por ende, es muy típico que el ejecutivo se adelante, haga este anuncio y con ello se esté "autoinoculando", puntualizó.
Doris Meissner aseveró que la coyuntura para hacer este anuncio es perfecta, aunque reconoció que no se sabe si el presidente Bush realmente está interesado en resolver el tema migratorio o si presenta su propuesta por interés electoral.
Fundadora del Programa Internacional de Políticas de Migración del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, Meissner consideró importante que el presidente Bush haya hecho su planteamiento luego de señalar que las leyes migratorias no funcionan en su país; que los empresarios contratan ilegalmente a los migrantes; que éstos están condenados a vivir con temor, y que la legislación debe permitir que los trabajadores lleguen en una situación humana.
Entrevistada en la reunión anual de embajadores y cónsules mexicanos, la ex funcionaria destacó que el presidente Bush haya hecho el anuncio teniendo en consideración que el programa debe servir a las necesidades económicas de Estados Unidos, que se debe alentar a la gente a regresar a su país de origen y que todos los migrantes que se encuentran en aquel país puedan participar.
Meissner también llamó la atención acerca de que la propuesta se hizo mediante "un gran megáfono", lo que habla de la enorme importancia que concede al tema la Casa Blanca.
En contrapartida, manifestó que el ejecutivo estadunidense no dejó en claro si a las personas que ya se encuentran en el vecino país del norte se les permitirá que sean ciudadanizadas.
Advirtió que el presidente Bush le pide al Congreso que se una a él en este tema, pero no puntualiza si enviará una iniciativa de ley o si se avanzará con las que ya existen.
Además Meissner consideró que, al no marcar una calendarización para el logro de este programa, la administración estadunidense le está dando al tema un nivel diferente al que han tenido otras propuestas. Esta es una señal de largo plazo, lo que sin duda resulta controvertido.
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