México D.F. Viernes 2 de enero de 2004
En 2003 llegaron 100 mil asuntos a la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje
Tarda dos años la solución de los juicios
laborales en el país
Despido injustificado y mal cálculo en las indemnizaciones,
principales causas de las demandas
FABIOLA MARTINEZ
En México, si un trabajador es despedido de manera
injustificada o no recibió las prestaciones que le corresponden
debe tener recursos económicos, o por lo menos la paciencia necesaria,
para esperar casi dos años a que concluya el juicio correspondiente.
Como
reconoce el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social (STPS), Carlos Abascal Carranza, el tiempo promedio de esos trámites
en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) es de un
año y 10 meses.
En el año que recién concluyó, este
tribunal dio curso a alrededor de 100 mil asuntos, el mismo nivel que en
2002, pero con 280 personas menos para atender este tipo de trámites.
"Es un rezago que debemos atender y 2004 será clave para la modernización
de la junta, aun con menos recursos", admitió.
El 16 de diciembre pasado, en el informe anual de la JFCA,
el secretario del Trabajo dijo que "más allá de cualquier
posición ideológica, hoy tenemos un sistema de impartición
de justicia, de conciliación y arbitraje en tribunales de conciencia
y buena fe".
Sin embargo, parece que "la buena fe" a que hizo referencia
el responsable de la política laboral del país resulta insuficiente
para atender con mayor celeridad poco más de 100 mil asuntos individuales
al año y los procesos derivados de 42 huelgas estalladas. Más
aún, falta tiempo, recursos humanos y materiales para resolver miles
de casos y depurar los expedientes de cerca de 35 mil contratos de diversos
tipos que se hayan depositados en la JFCA.
De acuerdo con información proporcionada por el
titular de la STPS, los organismos públicos y dependencias paraestatales,
como Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad
o el Instituto Mexicano del Seguro Social, continúan como los principales
demandados, al absorber, en su conjunto, casi 90 por ciento del total de
casos, aun cuando existen juntas especiales para ellos y se han impulsado
programas para evitar que el empleado llegue al nivel de la demanda.
Estas querellas, dijo, son generadas principalmente por
presuntos pagos incorrectos y cálculos erróneos por concepto
de indemnización, jubilación, pensiones e incapacidades,
mientras que por despido injustificado serían sólo "entre
8 y 9 por ciento". Las dependencias, por su parte, afirman que no cuentan
con el presupuesto suficiente para saldar los conceptos reclamados.
Fue en este contexto que Abascal se refirió al
promedio de trámites de un año 10 meses, dato del que se
puede inferir que un empleado prefiera firmar y aceptar su finiquito en
las condiciones en que se lo ofrece el patrón, antes de acudir a
fincar una demanda cuya resolución difícilmente recibirá
en un lapso menor a dos años.
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