Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 19 de abril de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Sociedad y Justicia

Se rezagarán las percepciones respecto de la productividad, revela estudio de la UNAM

La actual política salarial asegura la futura explotación de mano de obra

Tasa de cambio y remuneraciones a trabajadores, únicos precios controlados, afirma

FABIOLA MARTINEZ

La política salarial aplicada en México desde los años 80 asegura el incremento de la tasa de explotación de la mano de obra en los próximos años, así como el rezago de las remuneraciones respecto del avance en productividad, advirtió Alejandro Valle Baeza, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.

En un análisis expuesto en el cuarto Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, precisó que durante el periodo 1950-76 los salarios reales en la industria se elevaron 3.8 por ciento al año. En cambio, entre 1976 y 1998 disminuyeron 3.9 por ciento.

A partir de la segunda mitad de la década 70 se iniciaron las devaluaciones del peso mexicano y, en consecuencia, las remuneraciones -consideradas como sueldo base y prestaciones- se afectaron en un esquema dispar al comportamiento de la productividad.

Por un lado, los patrones condicionaron las percepciones extras a los resultados de la productividad, aunque en la realidad la ganancia para el trabajador ha ido a la baja en una brusca tasa de explotación de la mano de obra.

Una de las explicaciones de la situación antes descrita, señala Valle Baeza, es la política económica que presta suma importancia al control de la inflación, a tal grado que a partir de 1986 y hasta la fecha los salarios aumentaron de acuerdo con la meta esperada (al año siguiente de la revisión salarial) y no a la pasada, con el argumento de no presionar el comportamiento de los precios.

De manera que el salario y la tasa de cambio han sido los únicos precios regulados por el gobierno, aunque es necesario subrayar que la paridad del peso frente a otras monedas se mueve actualmente con gran libertad.

En el análisis titulado El comportamiento de los salarios y la productividad en México y Estados Unidos, afirma que el vínculo entre remuneraciones y productividad se hizo más estrecho de 1988 y hasta la crisis de 1995, año en que ocurrió una nueva caída de las remuneraciones reales, y que permanece en la actualidad.

Al igual que otros investigadores, Valle Baeza deja en claro que la caída de la participación de los salarios en el ingreso nacional se explica por la adopción de prácticas devaluatorias y de los propios topes salariales, reforzados en periodos de crisis "y convalidadas por las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (BM)".

De esta reflexión, el especialista transcribe, de manera textual, algunas de las recomendaciones del BM a nuestro país, que resultan una clara "ofensiva a las conquistas laborales" con el nombre de "desregulación del trabajo".

Ese modelo de remuneraciones reales a la baja no es exclusivo de México, también en Estados Unidos la productividad ha crecido más que las percepciones desde los años 80.

"Sin embargo, el efecto es, como en el caso mexicano: un aumento de la tasa de explotación, aunque con resultados muy diferentes para la acumulación de capital", señala.

Mientras que los trabajadores estadunidenses tuvieron una década de crecimiento excepcional en los 90, "México sigue estancado desde 1980, esto es, si en aquel país la tasa de ganancia llegó a su nivel más bajo en la década de los 80, el capitalismo estadunidense pudo recuperar una parte de la rentabilidad perdida con la ampliación de la brecha entre los crecimientos de la productividad y el del salario real.

"Los capitalistas asentados en México tienen como antídoto contra la caída de la rentabilidad (tasa de ganancia) el aumento de la tasa de explotación y la tasa de cambio", indica Valle Baeza.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año