Por un ex Palacio del Arzobispado laico
Señora directora: Solicitamos publicar la
siguiente carta.
A la opinión pública:
Desde finales del año pasado han surgido diferentes
versiones de que el gobierno federal cederá la custodia del antiguo
Palacio del Arzobispado de la ciudad de México a la Iglesia católica
para su uso como museo de arte sacro o ''universidad'' de arte virreinal.
En la actualidad el antiguo Palacio del Arzobispado, inmueble
federal, es ya un museo que, desde hace casi diez años, tiene como
vocación exhibir una importante colección de arte contemporáneo,
además de presentar múltiples expresiones culturales como
el teatro, la danza, la música, cursos, conferencias y actividades
para niños.
Las versiones publicadas en la prensa, y que el gobierno
federal no ha desmentido, hacen suponer que efectivamente se cederá
el inmueble del ex Palacio del Arzobispado a la Iglesia católica,
ya que las declaraciones sobre el tema provienen de autoridades eclesiásticas.
Sobre lo anterior nos preguntamos si este inmueble ya
está dedicado a la promoción de las artes y la cultura, ¿para
qué darle un giro a su vocación? ¿Por qué precisamente
ceder a la Iglesia católica ese inmueble, icono de la historia liberal
de nuestro país, y no otro? ¿Qué fin se persigue teniendo
otro museo, si los que ya existen apenas cuentan con presupuesto para subsistir?
¿Esta propuesta corresponde a una política de Estado o simplemente
es una coincidencia el que sea, precisamente, el antiguo Palacio del Arzobispado
el ''idóneo'' para volver a ser administrado por la Iglesia católica?
¿Qué necesidad existe de un museo de arte sacro cuando la
mayor parte de los templos del país ya constituyen instituciones
de este tipo?
De ser cierta esta concesión a la Iglesia católica,
el gobierno federal estaría negando el pasado histórico de
México, ya que desde la segunda mitad del siglo XIX el inmueble
del ex Arzobispado pertenece al gobierno federal, aunque en reiteradas
ocasiones la Iglesia católica haya tratado de recuperarlo. Resulta
importante recordar que el antiguo Palacio Arzobispal de la ciudad de México
representa un hito en la separación de los asuntos de la Iglesia
y el Estado, a partir de una guerra: la de Reforma.
Por si fuera poco, las versiones además sugieren
que la Iglesia desea recuperar todos los palacios arzobispales del interior
del país. Por ello solicitamos al C. Presidente de la República,
Vicente Fox, que no se cometa este atropello a nuestra historia y a un
pasado ideológico que forjó la más ilustre generación
de liberales que ha dado nuestro país.
El devenir y la coexistencia de todas las posturas ideológicas
han constituido, desde que somos una nación independiente, lo que
hoy es México.
Los abajo firmantes, preocupados ante la pérdida
de la memoria y la conciencia histórica que tienen los interesados
en consumar este acto ilegal y anticonstitucional, contraviniendo la Ley
de Nacionalización de Bienes del Clero, promulgada desde 1859, expresamos
que:
* Es innecesario volver a poner en la mesa de discusiones
lo superado en nuestra historia nacional hace casi 150 años.
* Un hecho de esta naturaleza significa negar el triunfo
de la Reforma liberal promovida por Benito Juárez
* Las autoridades correspondientes parecen tomar a la
ligera los asuntos de interés nacional, al no manifestarse formalmente
al respecto.
Preguntamos además: ¿qué continuará?
¿Qué concesiones se permitirán después a la
Iglesia católica? ¿Hacia dónde podría dirigir
el Estado sus políticas frente a la Iglesia católica?
Convocamos a toda la sociedad a unirse a la cruzada en
defensa de las instituciones liberales y de un Estado mexicano laico.
Atentamente: Guillermo Tovar de Teresa, José
Emilio Pacheco, Rosario Robles, Federico Reyes Heroles, Roberto Blancarte,
Sergio Aguayo, Héctor Vasconcelos, Elena Poniatowska, Jorge Alberto
Manrique, Adolfo Sánchez Vázquez, Carlos Monsiváis,
Teresa del Conde, Juliana González, Andrés Lira, Cristina
Pacheco, Vicente Leñero, Mercedes de la Garza, Josefina Zoraida
Vázquez, Angeles González Gamio, Margo Glantz, Guillermo
Samperio, Eugenia Meyer, Angeles Mastretta, Francisco Castro Leñero,
José Castro Leñero, Irma Palacios, Helen Escobedo, Roberto
Cortázar, Javier Marín, Cristina Khalo, Marta Palau, Carlos
Blas Galindo, Ernesto de la Torre Villar, Carmen Boullosa, Elsa Cross,
Jaime Soler, Silvestre Villegas Revueltas, Alfredo López Austin,
Marta Lamas, Maritza López, Gabriel Macotela, Marcos Rascón,
María Izquierdo Pita, Carmen Carrara, Manuel Marrón, Fe María
Abad Guzmán, Malú Block, Mahía Biblio Hacha, Lily
Kasner, Arturo Rivera, Rafael Segovia, Marissa Boullosa, Efraín
Castro, Alberto Ruy Sánchez, Manuel Felguérez, Juan Coronel,
Pedro Friedeberg. (Responsables de la publicación, María
Elena Medina, Guadalupe Lozada, Maribel Portela y Gustavo Amézaga)
y 706 firmas más
Denuncian represión a los participantes en la
marcha contra la guerra
Señora directora: El 12 de abril, diversas
organizaciones sociales y civiles, que nos manifestamos en la ruta del
Zócalo a la embajada de Estados Unidos, con la convicción
de que la invasión a Irak está ligada con la guerra que también
se vive en México, denunciamos los actos de represión como
el que se vivió al final de dicho acto, cuando el cuerpo de granaderos
del gobierno del Distrito Federal persiguió y golpeó salvajemente
a un centenar de manifestantes, deteniendo arbitrariamente a 27 jóvenes,
miembros de diversas organizaciones.
Este no es un asunto menor, pues se suma a las constantes
agresiones y represiones a las luchas sociales, que constituyen una política
de Estado, además de convertirse en prueba de que la guerra que
hacen los poderosos fortalece a todos los autoritarismos y busca cerrar
las puertas a la libre expresión y a la lucha política de
las organizaciones sociales y civiles.
Cese a la represión
Queremos paz en el mundo, pero con justicia y dignidad
Alejandro Meave, Central Unitaria de Trabajadores -PRP,
Ce-Acatl-; Claudia Cruz y Edgard Sánchez Ramírez, Convergencia
Socialista-PRT; Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia; Elitania
Romero Hernández y Fidelmar Munguía, Sección 18 de
la CNTE Michoacán; Elizabeth Silva Nogales, familiar de presos políticos;
Enrique Cárdenas y Judith Guevara, Frente Popular Francisco Villa;
Frente por la Soberanía y los Derechos del Pueblo; Frente Zapatista
de Liberación Nacional; Patria Nueva; Gabriel Pérez, Iniciativa
Mexicana contra la Guerra; Gabriela Gorjón Salcedo, Red No ALCA
Jalisco; Gloria Rico, Serpaj Morelos; Héctor Roldán y Xóchitl
Salazar, Comité Civil Ollin Mexica; José Antonio Salas, UNIOS;
José Luis Hernández Ayala, Colectivo Socialista; Juan Guillermo
Hernández Durán, Partido Popular Socialista; Lucas Alvarez,
Frente del Pueblo; Miguel Alvarez, SERAPAZ, ML; Ramón O'Neill, Comité
de Amigos de Puerto Rico; Quetzalcóatl G. Fontanot, No en Nuestro
Nombre
Precisión a pies de foto
Señora directora: Nuestra ONG ha sido desde
siempre usuaria permanente de su periódico, el cual -gracias al
profesional trabajo de reporteros(as) y analistas- sobresale por su objetividad
y por su compromiso con las mejores causas sociales.
Por eso nos resulta extraño la reciente publicación
de dos fotografías ("Lacandones", marzo 14, 2003, página
41 y "Conflicto en los Chimalapas", marzo 20, 2003, página 41),
las cuales aparecen fuera de todo contexto y cuyo pie de foto tiene imprecisiones
que desinforman a la opinión pública acerca de dos asuntos
de gran importancia ecológica y social.
La primera foto ("Lacandones") presenta una imagen de
tres niños maya caribes jugando, con un pie de foto que dice: "Niños
chiapanecos desplazados de sus comunidades crecen lejos de sus hogares",
mensaje sin duda lejos de la verdad, pues los caribes (mal llamados lacandones)
no han sido desplazados nunca, sino que precisamente este pueblo indio
se ha prestado al juego gubernamental de pretender desalojar violentamente
a sus hermanos indígenas tzeltales, choles y tzotziles, asentados
en la reserva Montes Azules como desplazados por la guerra de baja intensidad
de que han sido víctimas en sus lugares de origen, tal como su periódico
ha venido documentado a través de excelentes reportajes de Hermann
Bellinghausen y Rosa Rojas, y de las notas del corresponsal Helio Enríquez.
La segunda foto ("Conflicto en los Chimalapas") lleva
al pie un texto que dice: "La explotación de madera es una de las
principales actividades en el municipio de Matías Romero, Oaxaca,
en la zona de los Chimalapas. Esta comunidad tiene un conflicto territorial
con Santa María Chimalapa". Sobre ello cabe señalar que Matías
Romero es una ciudad y no una comunidad y que el conflicto agrario (uno
entre más de 30), entre la comunidad indígena zoque de Santa
María Chimalapa y la colonia ganadera Cuauhtémoc, en cuanto
a la imagen presentada, ésta no corresponde a la región (hoy
no existe ahí ni un solo aserradero en operación) y sí,
en cambio, puede dejar en el lector la impresión de que las comunidades
Chimalapas están peleando simplemente por el "derecho a talar" y
no -como sucede- por reivindicar su histórico territorio. Sinceramente,
creemos que presentar imágenes (sociales y escritas) descontextualizadas
e inexactas, con fines de "relleno", le hace un flaco favor a la verdad
periodística que tanto se requiere en conflictos tan complejos y
graves como son los Montes Azules y Chimalapas.
Obed Hernández de León, Maderas del Pueblo
del Sureste, AC
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