El filme de la alemana Caroline Link se estrena hoy en México

En algún lugar de Africa, historia de amor vista por una niña judía

Ganó el Oscar a la mejor cinta extranjera en la pasada entrega

JORGE CABALLERO

Tras el éxito de sus películas en Alemania, Beyond silence y Anna Louise and Anton, la cinerrealizadora germana Caroline Link filmó En algún lugar de Africa, basada en el bestseller autobiográfico de Stefanie Zweig, con la cual consiguió el Oscar a la mejor cinta extranjera en la 75 entrega de ese galardón; hoy, la cinta inicia su corrida comercial en nuestro país.

En algún lugar de Africa, protagonizada por Juliane Köhler, Merab Ninidze y Matthias Habich, está filmada con sensibilidad y pasión. Caroline Link dirigió una historia de amor y lazos familiares que narra la anécdota de una familia alemana de origen judío que debe comenzar una nueva vida en el continente africano, totalmente ajeno a su forma de vida. Personas que por circunstancias ajenas a su voluntad son forzadas a dejar su vida segura en Europa y aprenden a crecer y madurar con los cambios y obstáculos que el destino les tiene preparados.

Caroline Link comenta: "En su novela, Stefanie Zweig narra su infancia desde su perspectiva, como niña. ƑCuál fue el aspecto fundamental para la película? En mi versión de la historia me concentré principalmente en la relación de los padres y el amor que se tienen. De pronto se encuentran en circunstancias difíciles; su amor titubea y deben recuperarlo. Stefanie Zweig describe sus experiencias y memorias personales. Pero para mí, la madre de la niña, Jettel, es el personaje más interesante. Lo que la hace fascinante es el desarrollo que tiene al convertirse en una mujer independiente y madura, que no sólo tiene que reimaginar su posición y prioridades en la vida, sino también la relación con su familia".

Una cinta veraz

Link también se refirió a la elección de sus personajes principales: "Juliane es muy versátil. En los ensayos me impresionó su visión de esta caprichosa hija de familia privilegiada, y su transformación en alguien más maduro y serio. Juliane se las arregla para mostrar cómo Jettel se siente realmente en la sabana africana y cómo, en el transcurso de la historia, logra sentirse parte de ese mundo. Para su esposo, Walter, necesitaba a alguien que mostrara en pantalla una posición firme a pesar de tener tanta discordancia con este personaje femenino. Pero también requería de un actor capaz de mantener una fuerza sutil y callada. Para mí, Merab tiene esa serenidad e inteligencia, sin parecer aburrido o poco simpático".

Sobre la decisión de filmar en Kenia y no en Sudáfrica, donde es más fácil, la alemana mencionó: "Peter Herrmann y yo estuvimos de acuerdo desde un inicio en que necesitábamos tener actores africanos y extras que fueran realmente habitantes de aquellas áreas representadas en nuestra historia. No creo que fuera buena idea tener zulúes y vestirlos como masaii o viceversa. Esos detalles deben ser lo más sinceros y reales posibles, ya que esas personas realmente describen, con su presencia y sus costumbres, a sus regiones, y con esto logran una atmósfera ideal de los alrededores en la cinta. No es algo que se puede recrear y ya. Incluso, aunque la filmación se complique, no hay justificación para sacrificar la veracidad y la verosimilitud".

Precisamente sobre la verosimilitud de los rituales y ceremonias que aparecen en la cinta, Link señala: "La autenticidad era sumamente importante para nosotros. La ceremonia de la lluvia del consejo de los ancianos Kikuyu realmente duró horas, por lo que tuvimos que cortar la mayor parte de ella. Lo mismo sucedió con la ceremonia de los Pokot, durante la cual Jettel y Regina caminan por la noche africana. Es un rito de aprobación para ciertos hombres en edades específicas; en lo único que tuvimos influencia fue en la vestimenta".

Altruismo

Como dato curioso, parte de la producción de En algún lugar de Africa creó la Fundación Mukutani para ayudar a la aldea y a sus pobladores, porque no tienen acceso a cuidados médicos y la tasa de mortandad infantil es muy elevada. Por eso el objetivo de la fundación es conseguir financiamiento para construir una planta tratadora de agua y proporcionar ayuda médica. Además, también se apoyará la construcción de una vía de acceso y una carretera que llegará hasta la siguiente población, Galesha. Finalmente la organización busca pagar las colegiaturas de al menos 40 niños de un orfanato en la ciudad de Nairobi.